Las carreras populares acusan el golpe del coronavirus

Dentro del deporte, uno de los sectores que más se ha visto afectado por la pandemia de coronavirus es el de las carreras populares que cada fin de semana movilizan a miles de corredores por todos los puntos de la geografía española.



Detrás de cada carrera hay empresas y particulares que, como organizadores, tratan de cuidar con esmero su producto para fidelizar y hacer crecer sus pruebas ante la enorme competencia que hay en el sector.



El coronavirus ha llegado a España en primavera, uno de los periodos de fechas con más carreras en el calendario, tanto de diez kilómetros para aprovechar la buena climatología, como las de fondo y mediofondo que son las más habituales para unos corredores que con ellas ponen fin a la temporada y a meses de entrenamientos largos.



Una de las carreras más masivas de España es el Movistar Medio Maratón de Madrid, organizado por la A.D.Marathon, que además como club ha tenido que paralizar todas sus actividades, lo que supone «cero ingresos y la toma de medidas poco deseables como despidos, un ERTE al personal, negociación con proveedores y reducción de cualquier cosa que suponga un desembolso», según informa su gerente, Juanma Agejas.



Como la recuperación no tiene una fecha estimada y es una crisis sin antecedentes, desde la A.D.Marathon no saben aún cuál será el impacto definitivo, aunque sí lo cifran con «pérdidas seguro por encima de los cinco ceros».



Además, en su caso, «está el problema de la continuidad de las escuelas y grupos de entrenamiento, la temporada prácticamente perdida de los atletas -algunos de ellos profesionales- y, de manera indirecta, el trabajo que dan sus corredores a fisioterapeutas, empresas de nutrición deportiva, tiendas y fabricantes de material y como organizadores los servicios que contratan de trofeos, camisetas, avituallamientos, seguros, megafonía…», relata Agejas.



Madrid se ha quedado sin su Medio más masivo y sin su Rock ‘n’ Roll Maratón, igual que otras ciudades que tampoco verán pruebas de 42,195 kilómetros como Barcelona (pasa al 25 octubre), Ibiza (3 octubre), Empuries (15 noviembre) o Zaragoza (8 noviembre).



Medios maratones también hay muchos que han tenido que modificar su celebración, como el de Elche (pasa al 18 de octubre) o Málaga (8 noviembre), y aún sin fecha nueva por confirmar, si es que la organización decide mantenerlos este 2020, están el Maratón de Gran Canaria, Badajoz, Segovia, Zamora y Vitoria.



Otras ilustres pruebas del calendario nacional también se han visto afectadas. Algunas de ellas históricas como la Carrera Popular de San José, en Villasana de Mena; la Cursa de El Corte Inglés de Barcelona, que en 2019 reunió a 46.000 corredores; o los 10k de Laredo.



También el circuito de la Carrera de la Mujer, que este año pretendía reunir a 140.000 féminas por las calles de ocho ciudades españolas (Valencia, Madrid, Vitoria, Gijón, A Coruña, Sevilla, Zaragoza y Barcelona) se ha visto perjudicado.



La empresa organizadora de la Carrera de la Mujer, así como de otras pruebas a lo largo del año, es Motorpress Ibérica, editora también de la revista Corredor.



Fran Chico, director de Deportes de Motorpress Ibérica, reconoce que un circuito así lleva mucho tiempo organizarlo por la planificación con la que se trabaja. «Las 140.000 camisetas se encargaron en septiembre del año pasado. Es solo una parte del proceso en el que participa mucha gente haciendo reservas y trabajando en servicios».



«Hemos tenido que hacer un ERTE porque cancelar eventos supone mucho para nuestra empresa», confiesa Chico, que también tuvo que cancelar el pasado 22 de marzo la Carrera de los Bomberos en Madrid con todo preparado para su celebración.



«Las pérdidas en esa carrera fueron muchas porque no hubo margen para hacer nada, ya que estaban contratados todos los servicios como el cronometraje o los dorsales ya impresos. Lo que sí hemos devuelto es el dinero a los inscritos», confiesa Fran Chico, que desvela que el avituallamiento completo de esa prueba fue donado a los hospitales del IFEMA y de Vallecas.



Las carreras populares, un fenómeno que ha traspasado la barrera deportiva para convertirse en muchos casos en negocio, no son ajenas al coronavirus, que también está destruyendo empleos en un sector que cada vez implica a más actores.

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