Ambos equipos fallaron incluso un penalti cada uno durante la primera mitad.
Las Palmas y Alcorcón terminaron sin goles un partido igualado, incluso en penaltis fallados, porque cada equipo desperdició una pena máxima en una primera parte que fue más entretenida, mientras que el juego y la precisión decayeron tras el descanso.
Estuvo más cómodo el equipo alfarero en ese primer periodo, ratificando su mejoría de las últimas jornadas, jugando mucho tiempo en campo rival, pero perdonó en exceso ante un equipo canario que se dispuso en rombo en el centro del campo, pero no encontró conexión con sus puntas y tuvo escasa producción ofensiva.
Comenzó a llegar con intención el equipo de Anquela en acciones a balón parado, pero su ocasión más clara fue un penalti por unas inocentes manos de Athuman en el minuto 30. Con el especialista Hugo Fraile de suplente, Ernesto ejecutó un lanzamiento flojo y no muy ajustado, perfecto para que Álex Domínguez lo desviara.
El catalán volvió a intervenir de forma decisiva al rechazar una llegada de Arribas tras pase de Marc Gual en el minuto 41.
Antes del descanso dio tiempo para otro penalti pero en el área contraria, cuando José Carlos se llevó por delante a Rober en su intento de despejar el balón. El claro castigo lo lanzó Kirian, al igual que el de Ernesto con poca carrera, y mandó la pelota al palo.
En la segunda parte Las Palmas contuvo mejor a su rival y selló su vía de agua en la derecha, con el experimento fallido de Cristian Cedrés como lateral, amonestado además, y reemplazado por Curbelo.
El partido transcurría más nivelado que nunca, con escasas llegadas y un solo tiro con intención, del panameño Fidel Escobar, que atrapó Domínguez. Anquela puso piernas frescas con un triple cambio, y Pepe Mel también movió piezas, pero lo que no se movió en el Estadio de Gran Canaria fue el 0-0 inicial, ni con dos penaltis.