Los consumidores esperan que la medida del Gobierno de establecer un precio máximo para el gas se deje notar también en el precio de la electricidad
Es normal que si baja el precio de la materia prima de un producto, baje también lo que cuesta ese producto. El precio de la luz lo fija solo una fuente de generación, la más cara, y esa es ahora mismo el gas.
El sistema establece que para calcular el precio de la electricidad cada hora se tome como referencia (para todas las energías) la más cara. Por lo tanto, si el gas natural, que se llegó a multiplicar por siete, está desbocado, todas las energías, incluidas las renovables, cobran ese precio tan alto.
Según ha explicado la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, el tope al precio del gas durante los próximos doce meses hará posible que el precio del pool sea casi un 40 % inferior a la media de 210 €/MWh registrada durante el primer trimestre del año.
El mecanismo aprobado por el Ejecutivo fija un precio límite del gas natural que se utiliza para la generación eléctrica, principalmente las centrales de ciclo combinado de gas, que alcanzará un promedio de 48 €/MWh durante los próximos doce meses.
Eliminar el efecto contagio
Así, el Gobierno eliminará el llamado efecto contagio del precio del gas al resto de las energías, y solo se pagará a precio de gas natural aquellas tecnologías que utilicen esta materia prima en sus procesos de generación.
Según sus datos, la medida afectará a cerca del 37 % de los consumidores domésticos -los más de 10 millones del mercado regulado-. También beneficiará al 37 % de los industriales.
Los consumidores, no obstante, se mantienen expectantes ante la aplicación de esta medida y de que el precio de la luz pueda, verdaderamente, reducirse en los próximos meses.
