La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea ha concluido sin acuerdo sobre las medidas necesarias para afrontar la volatilidad de los precios de la luz.
Los líderes europeos no se han puesto de acuerdo, como, por ejemplo, en las compras conjuntas de gas que reclama España. Las diferencias han quedado patentes tras diez horas de debate
«No tenemos un texto de conclusiones, pero estamos de acuerdo en decir que debemos seguir de cerca la evolución de los precios». Era la afirmación que hacía en una rueda de prensa el canciller alemán, Olaf Scholz que estuvo acompañado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al término del Consejo Europeo.
En el marco del análisis sobre la situación del mercado de la energía, los borradores que circularon durante la jornada apuntaban la disposición de los Veintisiete a examinar la propuesta de Bruselas de permitir un mecanismo voluntario de compras conjuntas de gas en casos de emergencia energética.
España defiende las ventajas de este tipo de compras también en caso de aumentos drásticos de precios. En el encuentro intentó que el texto reforzara el lenguaje para reflejar la «gravedad» de la situación y que quedara claro que el debate continuaría en la próxima cumbre, según fuentes diplomáticas.
Sin embargo, la discusión a Veintisiete encalló por las diferencias entre las posiciones de los socios sobre cómo atajar la crisis energética. Según otras fuentes, por el bloqueo de Polonia y República Checa de cualquier texto que no planteara una reforma completa del mercado de carbono (ETS).