Entre los detenidos se encuentra la esposa de Navalni, Yulia Navalnaya, que fue arrestada cuando marchaba junto a otros manifestantes hacia la prisión de Matrósskaya Tishiná, donde está encarcelado su marido.
Más de 4.500 personas han sido detenidas hoy en las protestas que tienen lugar en toda Rusia en apoyo del líder opositor Alexéi Navalni, en prisión preventiva tras su regreso de Alemania, donde se recuperaba del envenenamiento que sufrió el año pasado.
Según el portal OVD-info, especializado en el seguimiento de arrestos, en las manifestaciones pacíficas, que se celebran en 142 ciudades del país, las fuerzas de seguridad rusas han detenido hasta el momento a 4.500 personas, de los cuales la mayoría, 307, se han producido en Moscú.
Entre los detenidos se encuentra la esposa de Navalni, Yulia Navalnaya, de acuerdo con el canal de televisión independiente Dozhd y la agencia estatal TASS, que indica, citando a su abogada, que fue arrestada cuando marchaba junto a otros manifestantes hacia la prisión de Matrósskaya Tishiná, donde está encarcelado su marido.
Navalnaya ya fue detenida en las protestas del pasado día 23, en las que fueron arrestadas más de 4.000 personas.
En la capital rusa, donde la protesta comenzó a las 09.00 GMT, las detenciones comenzaron incluso antes del inicio de la marcha, convocada inicialmente en la plaza de Lubianka, donde se encuentra la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).
El fuerte dispositivo de seguridad y el cierre de las estaciones de metro más cercanas, impidió a los manifestantes llegar a Lubianka, por lo que el equipo de Navalni anunció un cambio de la ruta para establecer los puntos de reunión en las paradas de Sújarveskaya y Krasnye Vorota.
Allí, según pudo constatar Efe, la policía ya esperaba a los manifestantes a las salidas del metro y procedió a detener masivamente a todo aquel que se acercaban al lugar de encuentro.
Desde allí una columna de miles de manifestantes procedió al Anillo de los Bulevares y a la plaza Komsomolskaya, conocida como la de los tres ferrocarriles, donde agentes antidisturbios formaron varios cordones humanos para impedir el acceso.
Antes de que la plaza fuera despejada los allí congregados gritaban «libertad para Alexéi Navalni».
Al menos un hombre resultó herido por el uso de la fuerza de la policía y tuvo que ser vendado en la frente.
Los manifestantes marchan actualmente hacia la prisión de Matrósskaya Tishiná, gritando «Uno para todos y todos para uno. Suéltalo, Libertad» en referencia al encarcelado opositor.
Las detenciones fueron especialmente violentas en San Petersburgo, donde las fuerzas del orden impidieron el acceso a la céntrica Avenida Nevski y donde finalmente los ciudadanos -varios miles- se congregaron en una plaza cerca del Teatro de Juventud.
Posteriormente marcharon hacia la plaza Sennaya, donde la policía recurrió a gas pimienta y descargas eléctricas contra algunos de ellos, además de pegar con porras a los manifestantes y a varios periodistas, según el portal independiente Meduza.
Asimismo, varios ciudadanos se dirigían hacia la Asamblea Legislativa, donde también se produjeron inmediatamente detenciones.
La portavoz de la embajada de EEUU en Rusia, Rebecca Ross, condenó en un mensaje de su cuenta de Twitter el comportamiento de las fuerzas de seguridad contra manifestantes pacíficos y periodistas que portan chalecos que les identifica como tales.
«Rusia debe respetar los compromisos internacionales sobre los derechos humanos», escribió.