Tras el asesinato de tres de sus trabajadores, Médicos Sin Fronteras anuncia la suspensión de sus actividades en varias zonas de Tigray
MSF suspende actividades Tigray. La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) anuncia la suspensión de sus actividades en varias zonas de Tigray. La pausa en ayuda humanitaria se realizará en las áreas de Abiy Adi, Adigrat y Axum, ubicadas en la región etíope. Toman esta decisión después del asesinato de tres de sus trabajadores a finales del mes de junio, entre ellos una española.
«La decisión de suspender nuestras actividades creará un vacío a la hora de prestar una ayuda que resulta completamente necesaria para salvar vidas», reconoce la directora de operaciones de MSF, Teresa Sancristoval.
No obstante, MSF continuará proporcionando asistencia a personas que requieran ayuda de emergencia en otras áreas de Tigray con todas las precauciones necesarias. «Desde que comenzó el conflicto, el personal médico y humanitario ha sido objetivo directo de ataques y las instalaciones sanitarias y ambulancias han sido saqueadas, destruidas o instrumentalizadas con fines militares», informa la organización.
MSF suspende actividades Tigray y exige una investigación sobre los asesinatos
Paralelamente, MSF solicita en un comunicado una investigación urgente sobre los asesinatos de sus trabajadores. Según informa Sancristoval, son ya dos semanas desde que ocurrieron los asesinatos de los trabajadores y nadie se ha responsabilizado. De esta forma, el objetivo de dicha investigación es conocer los hechos y responsables.
Durante los últimos seis meses, Médicos Sin Fronteras ha proporcionado atención médica de urgencia a 9.440 personas; ha practicado 763 cirugías que han salvado vidas y han asistido a más de 3.300 mujeres en el parto, entre otras labores.
Las claves del conflicto en Tigray
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunció en noviembre de 2020 el comienzo de una ofensiva militar contra el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), tras el ataque del grupo contra la principal base del Ejército.
Naciones Unidas y diferentes ONG han visto limitado su margen de maniobra en un contexto marcado gravemente por una crisis humanitaria. La ONU estima que más de cinco millones de personas necesitan asistencia humanitaria y calcula que hay más de 1,8 millones de personas en niveles alimentarios de emergencia.