‘Néstor reencontrado’ es la primera gran exposición antológica de Néstor Martín-Fernández de la Torre en Tenerife
El museo TEA Tenerife Espacio de las Artes presentó Néstor reencontrado, la primera gran exposición antológica dedicada a Néstor Martín-Fernández de la Torre (Las Palmas de Gran Canaria, 1887-1938) que se celebra en Tenerife. La muestra reúne más de 200 obras —entre pinturas, dibujos, esculturas, libros, documentos, fotografías, fonogramas y material de archivo— que permiten recorrer las múltiples facetas de un creador decisivo en la configuración de la cultura visual canaria del primer tercio del siglo XX.
Entrada gratuita y horaria de visita
Con motivo de la apertura, Juan Vicente Aliaga ofrecerá el sábado, a las 12:00 horas, una conferencia en la que abordará las líneas principales del proyecto expositivo. Néstor reencontrado podrá visitarse, con entrada gratuita, hasta el 1 de marzo de 2026, de martes a domingo y festivos, de 10:00 a 20:00 horas.
Historia de la exposición
Juan Vicente Aliaga, historiador y crítico de arte, explicó que esta muestra se articula en nueve secciones que examinan los diferentes lenguajes y periodos del artista, desde sus primeros ensayos simbolistas hasta su implicación en el modernismo, el muralismo, la escenografía o el diseño. Dijo además que Néstor reencontrado “es una exposición que recoge las diferentes facetas de la obra de Néstor desde los inicios, es decir, principios del siglo XX hasta el año 38 en el que él muere”.
En ese sentido, se anticipó a lo que estamos percibiendo ya en este siglo XXI, en esta superación del binarismo de género y es un intento de no estar supeditados exclusivamente a aquello que se ve como masculino o femenino, como elementos opuestos. Él trataba de conciliarlos. Esto también tiene mucho que ver con el hecho de que él era, además de homosexual, era masón y justamente una de las finalidades de la masonería consiste en la superación de los contrarios y en la búsqueda, digamos, de la felicidad a través de esa superación”, manifestó.
Conexión con Canarias
La obra de Néstor -añadió Aliaga- “es clave a la hora de entender la revalorización de la cultura canaria. Es cierto que fue un artista que se rodeó de la élite de la burguesía barcelonesa, madrileña, parisina y de otros lugares, pero al mismo tiempo él siempre pensaba en su isla, pensaba en Gran Canaria y en el resto del Archipiélago y consideraba que había que poner en valor en las culturas tradicionales desde una nueva perspectiva con una nueva mirada y eso es algo que impulsó, sobre todo en los últimos años de su vida, del 34 al 38, él murió siendo todavía muy joven, cuando todavía no había cumplido 51 años”.
Una obra singular
Néstor Martín-Fernández de la Torre desarrolló una obra singular que combina la sensibilidad simbolista con la estética del modernismo y una visión personal del arte como experiencia total. Su trayectoria abarca desde la pintura de caballete hasta el proyecto arquitectónico y escenográfico, con un interés constante por integrar las artes y por construir un imaginario propio en torno a la idea de lo insular y lo atlántico. Entre la espiritualidad simbolista, el refinamiento decorativo y la sensualidad de sus figuras, Néstor elaboró un lenguaje plástico que, aun conectado con las vanguardias europeas, mantuvo un fuerte anclaje en la identidad cultural de Canarias.
Entre las obras reunidas destaca Dama austriaca (1909), una pintura que no se había mostrado públicamente en las Islas desde hace cerca de un siglo, junto a piezas pertenecientes a sus principales ciclos, como El Poema del Mar, iniciado en 1913, o los retratos de su juventud. Estas obras revelan tanto la amplitud de su mirada como la coherencia de un proyecto artístico que, a lo largo de las décadas, exploró las relaciones entre naturaleza, mito y deseo.
La mayor parte de las piezas procede del Museo Néstor, aunque también se presentan préstamos de otras instituciones —entre ellas el museo TEA Tenerife Espacio de las Artes, el Museu Nacional d’Art de Catalunya, el Archivo de Fotografía Histórica de Canarias, la Biblioteca Fundación Juan March, la Casa-Museo Tomás Morales o el Museo Canario—, además de coleccionistas privados.


