Al menos 220 personas han sido arrestadas desde la toma de poder por la fuerza de los militares, incluidas 20 que más tarde fueron liberadas.
La junta militar de Birmania (Myanmar) acometió una nueva ola de detenciones contra políticos electos, entre ellos figuras próximas a la depuesta jefa de gobierno y premio Nobel de la paz Aung San Suu Kyi.
Las autoridades arrestaron anoche a Kyaw Tint Swe, quien ejercía como ministro de la Oficina de la Consejera de Estado -puesto que ocupaba Suu Kyi- hasta el golpe de Estado militar del 1 de febrero, y a otros cuatro políticos vinculados a la Liga Nacional para la Democracia (LND), indicó en facebook un portavoz del partido.
Toe Naing Mann, hijo del exgeneral Shwe Mann -quien ocupó puesto relevantes de poder durante la última junta militar-, también fue arrestado, confirmó a Efe la mujer del detenido.
Al menos 220 personas han sido arrestadas desde la toma de poder por la fuerza de los militares, incluidas 20 que más tarde fueron liberadas, informa este jueves la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Birmania.
El gobierno militar, encabezada por el general Min Aung Hlaing, justifica la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre en los que la LND, el partido de Suu Kyi, arrasó, como ya hizo en 2015.
Suu Kyi, de quien no han trascendido noticias en varios días, permanece supuestamente bajo arresto domiciliario en Naipyidó, la capital fundada en 2005 por los militares, y afronta una acusación por un delito de importación ilegal de dispositivos telefónicos, penado con un máximo de 3 años de cárcel.
Decenas de miles de birmanos se han echado a la calle ininterrumpidamente desde el sábado en rechazo al gobierno militar, para exigir la liberación de Suu Kyi y el resto de detenidos y para reclamar a los militares que respeten los resultados en las urnas.
Las autoridades han utilizado contra algunas concentraciones cañones de agua, balas de goma e incluso munición real, con el objetivo de sofocarlas.
Al menos una mujer se encuentra herida de extrema gravedad desde el martes tras recibir un disparo en la cabeza durante una carga policial contra una manifestación en Naipyidó