Los migrantes, procedentes de países del Sahel y África Subsahariana y de Asia, navegaban a la deriva después de que las mafias las abandonaran en alta mar sin apenas medios para completar la travesía
Una patrullera libia interceptó esta madrugada a 60 personas en una neumática a la deriva, que habían salido horas antes de las playas de su país y las devolvieron a puerto de Abu Sitta, en la capital, pese estar Libia considerado «un lugar no seguro», informó hoy la Organización Internacional de las Migraciones.
Los migrantes, en su mayoría procedentes de países del Sahel y África Subsahariana, pero también de Asia, navegaban a la deriva después de que las mafias que operan en el norte de Libia las abandonaran entre las olas sin apenas medios para completar la arriesgada travesía
Una vez retornados a puerto, recibieron los primeros auxilios de parte de las OIM y otras organizaciones antes de ser entregados a las autoridades de Migración libias, que los trasladados a centros detención que según han denunciado diversas ONG no cumplen con las condiciones de dignidad mínimas.
Territorio de mafias
Los 60 migrantes se suman a los más de 200 interceptados desde el viernes por patrulleras libia en la costa oeste, centro de operaciones de las distintas mafias que se lucran con el tráfico de personas.
«Al igual que le ha ocurrido a otras 11.000 personas este año, han acabado presos en condiciones terribles, expuestos a la extorsión y el abuso», denunció la portavoz de la OIM para Libia, Safa Msehli.
Un total de 615 personas, en su gran mayoría procedentes del Sahel y otros países del África Subsahariana, fueron interceptadas en la primera semana de junio en aguas del Mediterráneo cuando trataban de viajar a Europa desde playas de Libia
Entre ellas se contabilizan los 58 migrantes interceptados este lunes por la patrullera libia «Obari» y llevados de vuelta a la playa de la que habían salido horas antes en la costa oeste del país, uno de los principales centros de operación de las mafias locales que se dedican al contrabando de diferentes productos, entre ellos personas.
Además, este jueves, el barco de salvamento fletado por la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) logró rescatar a 26 personas -quince de ellos menores no acompañados- frente a la costa Libia pese «al hostigamiento» de las patrulleras de ese país.
Economía corsaria
Según la OIM, 10.711 personas -443 de ellas menores- han sido interceptadas por patrulleras libias en lo que va de 2021 y retornadas a ese país, solo un millar menos que en todo 2020.
Otras 188 más han muerto ahogadas y 487 han desaparecido en naufragios ocurridos en esta ruta, que conecta las playas de Libia con las costas de Italia y Malta.
A estas cifras hay que añadir a los cerca de 4.000 migrantes que han salido desde Túnez y los cerca de 150 que han perecido en naufragios frente a sus costas, algunos a bordo de botes que salieron de las playas del oeste de Libia y fueron empujadas por el mar y los vientos hacia el oeste.
Según la ONG Iniciativa global contra la delincuencia organizada transnacional (GI-TOC), la economía corsaria, que articula el norte de África y el Sahel y ha experimentado un auge a raíz del alto el fuego acordado en Libia, es junto a la inestabilidad de las fronteras el principal motor de la migración irregular en el Mediterráneo Central.