La subida del nivel del mar podría provocar la desaparición de las salinas de Tenefé, en Santa Lucía de Tirajana, en Gran Canaria, cuyo origen data del siglo XVIII
Los efectos del cambio climático afectan ya al patrimonio de las Islas Canarias. Los expertos advierten que algunas salinas y yacimientos arqueológicos desaparecerán en pocas décadas por la subida del nivel del mar.
Un ejemplo de ello son las salinas de Tenefé, en Santa Lucía de Tirajana, en Gran Canaria. Llevan funcionando desde el siglo XVIII, cuando se vendía sal a los barcos pesqueros. Un trabajo artesanal que se mantiene intacto mientras el cambio climático lo permita.
El Cabildo de Gran Canaria ha tenido que construir un muro para evitar el deterioro de este Bien de Interés Cultural debido al oleaje.
El dueño de las salinas afirma tener temor y respeto a las subidas del nivel del mar. Indica que la construcción del muro le aporta calma, aunque la zona sur de la salina está afectada.
Ahora solo producen un 60% del total. A esta joya etnográfica se suman por ejemplo los nidos de ametralladora de la Segunda Guerra Mundial. También yacimientos aborígenes, como la necrópolis de Pozo Izquierdo. Ambos vestigios van a desaparecer, según el inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria.
Javier Velasco subraya que de seguir las previsiones tal y como están, vamos a perder patrimonio cultural. «El elemento que va a paliar esta circunstancia es la documentación. Si lo perdemos físicamente, es importante que tengamos la suficiente documentación para garantizar que puede perdurar para las generaciones venideras, aunque sea en otro tipo de soportes».
Un deterioro en muchos casos irreversible para el que solo quedan soluciones globales.