Han rastreado sin éxito las inmediaciones del río Duero y los pinares adyacentes a la población, con un radio de acción más amplio y extendido hacia el oeste
Dieciséis días después de su desaparición, denunciada el pasado 12 de enero en las inmediaciones de Traspinedo (Valladolid), no hay rastro de Esther López, de 35 años y vecina de este municipio. Después de una infructuosa búsqueda y de cuatro grandes batidas, la última de ellas este sábado.
Agentes de la Guardia Civil, voluntarios de Cruz Roja, de Protección Civil y cientos de vecinos de Traspinedo. Así como de otras localidades, han rastreado sin éxito las inmediaciones del río Duero y los pinares adyacentes a la población. Con un radio de acción más amplio y extendido hacia el oeste.
El dispositivo ha sido desplegado en el polígono Tuduero, entre Traspinedo y Tudela de Duero, con cinco sectores de batida. Dos de ellos al otro lado del río Duero tanto en la ribera como en zonas son más agrestes y complicadas. Ha explicado a los medios de información el teniente coronel de la Guardia Civil, Javier Peña.
El epicentro ha sido el lugar donde el 12 de enero desapareció la señal del teléfono móvil de Esther. Y donde los testigos sitúan la última zona en la que fue vista, en el entorno del restaurante La Maña.
En libertad provisional un detenido por la desaparición de Esther López
De forma paralela a la búsqueda se mantienen las investigaciones en varias líneas. A la espera del resultado de algunas pruebas de laboratorio tras el análisis ocular realizado en la vivienda del primer detenido por este caso, Ramón «el Manitas», de 48 años. Este pasado viernes fue puesto en libertad condicional después de seis días de detención.
La juez del Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid dejó en libertad provisional a «el Manitas» este pasado viernes. A quien no obstante mantiene la condición de investigado por lo que deberá comparecer todos los días ante la autoridad judicial, no podrá salir de España y tendrá que comunicar cualquier cambio de domicilio.
Fue detenido el 22 de enero, cuatro días después se negó a declarar en el juzgado y este pasado viernes, antes de su puesta en libertad, sí declaró.
La Guardia Civil continúa la investigación
«Lo que estamos haciendo es dejarnos el alma y todos nuestros esfuerzos están dedicados a Esther; no sé cómo se va a resolver». Ha confesado el teniente coronel de la Guardia Civil, quien ha reconocido que los agentes están cansados «porque los días pesan» pero lo hacen «encantados».
A la batida de este sábado ha acudido el padre de la desaparecida, Miguel López, arropado por vecinos de Traspinedo y otros puntos de la provincia, como los miembros del club motero Nivales, y los cuarenta voluntarios de Cruz Roja.
El vicepresidente provincial de esta entidad, Iván de la Cruz, ha explicado que los Equipos de Respuesta Básica en Emergencia de Cruz Roja han acudido a la llamada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y, además de participar en la búsqueda, sirven de punto de primeros auxilios por si fuera necesario atender a alguno de los participantes.
Un equipo de más de un centenar de efectivos sigue buscando estos días cualquier indicio con la ayuda de un dron, un helicóptero y unidades caninas de la Guardia Civil, aunque su labor se detiene este sábado mientras se desarrolla la macrobatida.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Traspinedo ha convocado para este domingo por la tarde una concentración de apoyo a la familia de Esther, también como agradecimiento a la Guardia Civil por el esfuerzo realizado en su búsqueda y en la resolución del caso.