Las mujeres tienen tres veces menos probabilidades de ser diagnosticadas con trastorno del espectro autista (TEA) que los hombres
Los trastornos del espectro autista (TEA) se encuentran infradiagnosticados en las mujeres, teniendo los niños tres veces más probabilidades de ser diagnosticados que las niñas.
Un caso concreto es el de Alba, diagnosticada con TEA a la edad de 30 años. La detección surgió de forma espontánea durante su visita rutinaria con la psicóloga. «Siempre notaba que tenía mi propia forma de actuar. A veces encajaba o hacía gracia, y otras no hacía tanta gracia o simplemente no era el momento», declara.
En esta vía, mujeres como Alba hacen un gran esfuerzo diario para adaptarse a las normas sociales sin que se noten las dificultades para la interacción. En ellas, los diagnósticos de TEA suelen ser erróneos o tardíos, y los instrumentos de diagnóstico no tienen en cuenta sus características concretas.
Sabrina González, jefa de Servicio de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil (CHUIMI) explica que, entre dichas características, se encuentra «la literalidad. Es uno de los signos más llamativos de los pacientes TEA, y en las chicas no siempre es tan evidente».
Por su parte, Sonia Marrero, psicóloga de Aspercan, añade que «la mayoría de los instrumentos de detección y valoración diagnóstica están desarrollados y validados con población masculina. Al final las mujeres somos vulnerables, y pueden implicarse en situaciones de riesgo que no saben gestionar».
Con todo, contemplar las especificidades de las niñas con TEA es clave para facilitar el diagnóstico precoz y el apoyo necesario, señalan las expertas.