48 danzantes llevarán a Santa Cruz de La Palma al pasado con el Minué

Todos los detalles de la Bajada de la Virgen de las Nieves

Los danzantes con más edad, en esta ocasión, se mezclan con adolescentes que le ponen un descaro diferente a este espectáculo único en Canarias

48 danzantes, 24 parejas, del Minué trasladarán a Santa Cruz de La Palma al pasado, al siglo XVIII, con una cuidada puesta en escena al ritmo de la música barroca con motivo de la LXXX edición de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Bajada de la Virgen de las Nieves, patrona de la isla.

Vídeo RTVC

El ‘Minué’ es uno de los espectáculos más relevantes de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen de las Nieves, un baile ilusionante para los que toman el escenario.

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Pruebas de selección para el Minué de la Bajada de la Virgen de las Nieves / Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma
Pruebas de selección para el Minué de la Bajada de la Virgen de las Nieves / Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma

El Minué de La Palma

El festival de danzas cortesanas dieciochescas ‘Minué (Festival del Siglo XVIII)’ es único en Canarias porque une la tradición francesa con el fervor religioso, cuya coreografía y puesta en escena recrean los bailes barrocos ambientados en los jardines de Versalles.

«Si te gustas las tradiciones de aquí, el folclore de Canarias, que te lleva a otra época con sus bailes y sus músicas, esto es lo mismo, te lleva al palacio de Luis XIV, al siglo XVIII«, resalta la danzante Amanda Alfonso.

Baile del Minué en la Bajada de la Virgen de La Palma. Fotografía del Ayuntamiento de La Palma
Imagen de archivo del baile del Minué en la Bajada de la Virgen de La Palma. Fotografía del Ayuntamiento de La Palma

En esta ocasión, los danzantes con más edad se mezclan con adolescentes que le ponen un descaro diferente. «Esta generación, la mayoría no sabe lo que es el minué porque hace diez años tenían 5 o 6 años», cuenta Alfonso.

Homenaje entre generaciones

Bailar el Minué se puede convertir en un homenaje. Este es el caso de Antonio Cabrera, uno de los jóvenes que participan en el baile. «Mi abuela es su época no lo pudo bailarlo y le hacía ilusión que uno de sus nietos lo bailara. Está como una niña pequeña cuando entra en una tienda de chuches, ilusionada». Cada día me pregunta qué he aprendido nuevo», comenta.

Mucho trabajo de baile, vestuario, escenografía, música y voces para que la Bajada ofrezca una elegante mirada al pasado.

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