Concretamente se han observado «acumulaciones masivas» de Rugolopteriz okamurae, tanto a pie de orilla como flotando sobre las aguas en la zona de la Playa de La Puntilla y el Muelle Pesquero de San Cristóbal
Investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) han alertado de la llegada a Canarias de una especie japonesa de alga invasora que constituye una «importante amenaza» para los ecosistemas marinos canarios, debido a su rápido desarrollo, capaz de reemplazar a las especies autóctonas de las islas.
Se trata de una investigación llevada a cabo por profesionales del Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA), que han hecho públicos los datos que indican la presencia en Gran Canaria de la «Rugolopteriz okamurae», un alga parda de origen japonés.
Los datos recogidos y analizados por el actual director en funciones del IU-ECOAQUA, Ricardo Haroun, y el director del Grupo de Biodiversidad y Conservación (BIOCON) del mismo instituto de la ULPGC, Fernando Tuya, han revelado que esta especie invasora tiene ya presencia de poblaciones «muy extebsas y bien establecidas» en distintos tramos costeros de Gran Canaria.
Concretamente se han observado «acumulaciones masivas» tanto a pie de orilla como flotando sobre las aguas en la zona de la Playa de La Puntilla y el Muelle Pesquero de San Cristóbal.
Allí, según los investigadores, “más del 90% de las biomasas localizadas corresponden a ejemplares de esta nueva especie”, según las características morfológicas y anatómicas de los ejemplares recolectados y a la espera de conocer los análisis genéticos que confirmarían definitivamente su identidad y origen.
Graves daños en Málaga, Cádiz y Ceuta
Esta alga está causando estragos en las actividades turísticas y pesqueras de las provincias de Málaga, Cádiz y en la ciudad autónoma de Ceuta, además de llevar varios años causando graves problemas ambientales en el Estrecho de Gibraltar, donde se han llegado a retirar más de 10.000 toneladas, generando costes económicos de hasta 400.000 euros.
Los expertos no descartan la presencia de este alga parda en otros tramos costeros de Canarias, como podría ser el entorno costero del puerto de Santa Cruz de Tenerife dado el elevado tráfico marítimo comercial que existe entre el mismo y el sur de la Península Ibérica.