Una larga carretera de tierra conecta Morro Jable con uno de los rincones más emblemáticos de Fuerteventura: Cofete, la playa interminable. Unos 14 kilómetros de arena dorada rodeada de montañas escarpadas. Un paraíso que enamora a majoreros y visitantes.
Tan increíble recorrer su arena, como verla, desde las alturas. Atravesando el Barranco de los Canarios se llega a un mirador con una maravillosa ventana abierta a la inmensidad de Cofete.
No solo el paisaje impresiona en esta zona del salvaje sur oeste de la isla. Este pequeño pueblo de apenas una treintena de casas tiene curiosidades para aquellos que la visitan. Es el ejemplo de la enigmática Casa Winter.
Cofete también destaca por ser el lugar elegido como hábitat reproductor de la tortuga boba.
Ahora que la humanidad ha dado un respiro a la naturaleza con dos meses de práctica inactividad, el mar nos devuelve todo aquello que no le gusta de nosotros. Una lección de la que debemos aprender que si dejamos huella sea solo la de nuestros pasos.