Norberto Rodríguez Sánchez nació en Vecindario, Santa Lucía, Gran Canaria. Salió de la Isla hace 16 años y vive en Bali, Indonesia.
Sus padres tenían supermercados y se dedicaban, sobre todo, a la agricultura. «Todos eran de montaña y yo fui, un poco, la oveja negra de la familia y me fui más al mar, hacía submarinismo y trabajé en proyectos con La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Pero con 24 años mandaba C.V. a todos lados mundo porque quería salir y conocer mundo».
Estuvo a punto de irse a las Islas Caimán y haciendo tránsito en Madrid, en una Feria de Turismo, cambió sus planes para irse a América al conocer a los dueños de un barco velero que se dedicaban a hacer submarinismo en Indonesia. Y se embarcó en la aventura, cambiando el destino que tenía previsto al otro lado del mundo.
«Vine en 2006 con la idea de estar un año, volví en 2007 y ya regresé con un billete de ida».
Conoció a su mujer, tiene dos hijos y su vida hecha en Bali. «Mi mujer es indonesia, con raíces chinas, pero “habla con un acento canario más fuerte que el mío” (se ríe).
Ahora es propietario de una agencia de viajes en Indonesia (come2indonesia.com) haciendo rutas de aventura en montaña y en mar.
Aunque ya tiene pasaporte indonesio, lleva al Archipiélago en su corazón porque, como él mismo dice: “Se nace canario y se muere canario”
«El Día de Canarias es muy importante para nosotros, mis hijos se visten con los trajes típicos de la tierra, sacamos la bandera tricolor y llaman a sus tres o cuatro amigos canarios que viven en Bali: “Nos reunimos y ya empezamos a hablar con nuestras palabras”, festejando el día con productos de la tierra.
De hecho, es la gastronomía una de las cosas que Norberto Rodríguez echa de menos, sobre todo “el buen queso canario”. No olvida tampoco el cielo azul de las islas y sobre todo a la familia, a la que no ha visto desde el pasado mes de enero que pudo viajar al Archipiélago.
Ya se sabe que el salitre de las islas es un olor y una sensación que quienes lo han conocido no pueden olvidar y por ello, su relación con el mar es fundamental: “No puedo vivir en un sitio sin mar, para mí es fundamental. No concibo ir conduciendo sin tener la vista lateral en él”, afirma.
«Canarias la llevo en el corazón, siempre conmigo. Mi sueño es poder retirarme en las islas. ¡Ojalá!”.