El equipo de Txus Vidorreta se medirá este jueves en cuartos de final al SIG Strasbourg, en una competición que es una final diaria y con la máxima intensidad ante rivales de un potencial muy similar
El Lenovo Tenerife inicia este jueves en la localidad rusa de Novgorod la Final a Ocho de la Liga de Campeones FIBA, un torneo final en el que los tinerfeños ya saben lo que es ser campeones, por lo que afronta un nuevo reto europeo.
El equipo de Txus Vidorreta se medirá en cuartos de final al SIG Strasbourg, en una competición que es una final diaria y con la máxima intensidad ante rivales de un potencial muy similar.
Entre los equipos que disputan esta final a ocho hay tres españoles, ya que además del Lenovo Tenerife se han clasificado para esta cita el Casademont Zaragoza y el Hereda San Pablo Burgos.
Vidorreta dispone de toda la plantilla
Txus Vidorreta podrá disponer de la totalidad de su plantilla. No estará Charles Jenkins, que no puede jugar al fichar por el equipo tinerfeño fuera del plazo de inscripción, pero sí Spencer Butterfield, que después de recuperarse de una lesión jugó el pasado domingo en Fuenlabrada y estará a disposición del técnico.
También estará Gio Shermadini, una vez solucionado desde el pasado martes su documentación para poder entrar en Rusia y que se ejercitó con sus compañeros en las sesiones previas.
El partido ante el Strasbourg será un encuentro de máxima intensidad y no podrá haber dudas porque el rival puede hacer mucho daño. Es a un todo o nada y son los tinerfeños los que tienen que demostrar en la cancha que son el equipo favorito, no solo para ganar este partido, sino para estar en la final del torneo.
Para ganar, mucha dureza defensiva, y frescura en ataque, conscientes de que existen alternativas para poder atacar la canasta rival, y el Lenovo Tenerife tiene facilidad para hacerlo, tanto si decide atacar desde el exterior como si lo hace por dentro.
El Lenovo Tenerife llega a esta competición tras recibir un correctivo del Urbas Fuenlabrada en la Liga ACB, un choque que debe estar olvidado y estudiado y los jugadores centrados en un partido que les exigirá el máximo esfuerzo.
