El hemiciclo regional aprueba por unanimidad una proposición no de ley para elaborar un protocolo al respecto
El Parlamento de Canarias ha aprobado hoy por unanimidad una proposición no de ley en la que se insta al Gobierno regional a elaborar un protocolo para garantizar la atención integral de los menores huérfanos víctimas de violencia machista.
También se insta al Gobierno regional a establecer la coordinación entre las administraciones públicas. Lo ha hecho en una proposición no de ley presentada por la diputada del grupo Socialista María del Pino González, quien ha destacado que la violencia contra la mujer también afecta a los menores.
La diputada del grupo Popular Astrid Pérez ha acusado al PSOE de actuar de forma demagógica. Ha recordado que es el partido que gobierna en España, que es el que tiene las competencias exclusivas en el acogimiento y tutela de los menores.
Ley protectora
En la propuesta se señala que en la ley se prevé la protección de los menores, no solo para la tutela de sus derechos. También para garantizar de forma efectiva las medidas de protección adoptadas respecto de la mujer.
La ley tiene como objetivos actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre estas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges, o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.
Y en ella se establecen medidas de protección integral, cuya finalidad es prevenir, sancionar y erradicar esta violencia y prestar asistencia a las mujeres, a sus hijos menores y a los menores sujetos a la tutela o guarda y custodia, víctimas de esta violencia.
Ley con recuento
Además, en la proposición no de ley se recuerda que desde 2003 han sido asesinadas por violencia de género 1.091 mujeres, 13 de ellas este año, y 309 menores de edad han quedado huérfanos y huérfanas desde 2013, primer año desde el que se dispone de información.
La mayoría de estas niñas y niños, que son también víctimas directas de violencia de género, pasan a quedar al cuidado de familiares que se hacen cargo de su tutela.
Estos menores sufren también las secuelas psicológicas de la violencia de género que han presenciado, la falta de sus madres y la estigmatización que les pueden suponer ser hijos e hijas de los asesinos, se subraya en la proposición no de ley.