Primera jornada de la Cumbre Mundial del Clima, un encuentro que se desarrolla en el continente más afectado por los efectos del cambio climático, África. El presidente Sánchez ha participado en el lanzamiento de una alianza internacional para luchar contra las sequías. Un proyecto que lidera España junto a Senegal
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha prometido cinco millones de euros para financiar la puesta en marcha de la ‘Alianza Internacional para la Resiliencia ante la Sequía para acelerar la acción y ayudar a los países a estar mejor preparados para futuras sequías‘, una iniciativa conjunta presentada con Senegal a la que ya se ha sumado una veintena de países.
Durante su participación en la XXVII Cumbre del Clima (COP27) que se celebra en Sharm el Sheik (Egipto), el presidente se ha comprometido a que España redoblará sus esfuerzos combatir los efectos de la sequía y ha animado al resto de países a respaldar la propuesta de España y Senegal para la creación de esta alianza.
«Confiamos en que se sumen nuevos países. Entre todos debemos dar buena respuesta contra el cambio climático para mejorar y defender nuestro modo de vida», ha expresado. Para Sánchez, esta iniciativa puede servir para dar un impulso político necesario que ayude a los países que estén suficientemente preparandos ante la próxima sequía y que puedan prosperar.
El presidente ha expuesto que España sufre desde hace años la amenaza de la sequía, la escasez de agua, lo que obliga a repensar los extremos de sequía y lluvias torrenciales, esquilma la biodiversidad, pone en riesgo los recursos y la seguridad alimentaria. «Solo una buena gestión de los recursos hídricos puede paliar los riesgos que demanda esta amenaza», ha manifestado.
España solidaria
Precisamente, ha argumentado que porque España sufre sequía y desertificación es solidaria con otros países que también lo sufren y ha defendido que esta siempre ha sido una prioridad en la cooperación española al desarrollo.
Sánchez, junto con el presidente de Senegal, Macky Sall, han presentado la nueva Alianza como «una solución específica para las Naciones Unidas» a los impactos del cambio climático.
En la presentación de la iniciativa han participado líderes de más de 25 países y 20 organizaciones. La declaración se ha realizado en un acto paralelo en el marco de la COP27 que ha comenzado este lunes y en la que líderes de todos los sectores se han comprometido a impulsar un cambio en la forma en que el mundo aborda los crecientes riesgos de sequía.
En concreto, se trataría de pasar de la respuesta de emergencia a la construcción de resiliencia a largo plazo, dado que las sequías golpean ahora con un tercio más de frecuencia e intensidad que en el año 2000. Se espera que el cambio climático agrave las sequías en el futuro.
La sequía ha afectado a más de 11 países
Recientemente, la sequía ha afectado a Australia, Europa, el oeste de los Estados Unidos, Chile, el Cuerno de África y el sur de África, lo que según la ONU muestra como ningún país o región es inmune a los impactos cuyos efectos generan miles de millones de dólares anuales solo en daños materiales.
Sánchez ha presentado junto al presidente de Senegal, Macky Sall la Alianza como «una solución específica para las Naciones Unidas» a los impactos del cambio climático.
En una declaración conjunta, Sánchez y Sall han manifestado: «Somos tan resistentes al cambio climático como lo es nuestra tierra. Desarrollar resiliencia ante los desastres causados por sequías es la forma de asegurar los logros que obtenemos en cada objetivo de desarrollo sostenible, en particular para las personas más vulnerables».
Así, han explicado que la misión de la alianza busca dar impulso para hacer realidad la resiliencia de la tierra ante la sequía y el cambio climático de aquí a 2030.
Coorganización de la iniciativa
Durante la exposición, el secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas para combatir la Desertificación (UNCCD), Ibrahim Thiaw, ha manifestado que el planeta está carrera por la resiliencia a la sequía. «Es una carrera que podemos ganar. La sequía es un peligro natural, pero no tiene por qué conducir a un desastre humano. Las soluciones están disponibles y podemos crear un mundo resistente a la sequía, aumentando nuestra ambición, aprovechando la voluntad política y uniendo fuerzas para actuar juntos», ha animado.
En el lanzamiento de la iniciativa, España ha anunciado 5 millones de euros en calidad de coorganizador de la iniciativa, con los que se apoyará el trabajo de la Alianza para catalizar un proceso para movilizar más recursos para esta agenda, mientras que el presidente de Kenia, William Ruto, se ha comprometido a plantar 5.000 millones de árboles en los próximos cinco años y 10.000 millones de árboles en los próximos diez.
La Alianza llama a los líderes para que hagan de la resiliencia a la sequía una prioridad en el desarrollo y la cooperación nacionales, incluida la profundización del compromiso de las partes interesadas, como el sector privado, en el trabajo sobre la resiliencia a la sequía.
La iniciativa pretende consolidar iniciativas regionales para acelerar el intercambio de innovación, la transferencia de tecnología y la movilización de recursos. También colaborará con otras plataformas, incluida la iniciativa lanzada por el Secretario General de las Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para lograr la cobertura universal de los sistemas de alerta temprana e iniciativas regionales para aprovechar al máximo los beneficios de trabajar juntos en la resiliencia a la sequía.
55 millones de personas al año afectadas por la sequía
Según el último informe ‘Sequía y números’ de la UNCCD, las sequías han aumentado un 29% desde el año 2000 y afecta a unos 55 millones de personas al año. Se trata de una de las principales amenazas para el desarrollo sostenible, especialmente en los países en desarrollo.
En la misma línea, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU pronostica que las sequías serán más frecuentes, severas y duraderas y que tres de cada cuatro personas en el mundo vivirán en condiciones más secas y de mayor escasez de agua para 2050; uno de cada cuatro niños vivirá en áreas con escasez extrema de agua y hasta 216 millones de personas podrían verse obligadas a migrar para 2050.