Una iniciativa en recuerdo del artista Eduardo Millares que también ha reunido objetos personas, así como fotografías y catálogos
El humor socarrón de Eduardo Millares Sall (1924-1992), creador del personaje Cho Juaá, estará presente en la Casa Palacio del Cabildo de Gran Canaria, con motivo de la exposición organizada por el centenario de su nacimiento, que resume su obra con 21 cuadros que representan a los municipios de la isla.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, la familia de Millares y el diseñador Alberto Trujillo, que se ha encargado del montaje de la muestra, han presentado esta iniciativa en recuerdo del artista, que reúne también objetos personales, así como la baraja canaria que creó, fotografías, catálogos y folletos de sus exposiciones y ejemplares del semanario de humor de ‘El Conduto’ que se publicó durante la dictadura, cuyas consecuencias también sufrió.
Reconocimiento a Eduardo Millares
En nombre de la familia, Malena, la hija de Eduardo Millares, ha agradecido este reconocimiento por entender que su padre lo merecía.
Eduardo Millares fue un hombre “unidimensional” dedicado a “dibujar y pintar desde que se levantaba”, ha recordado Malena, quien también ha dado las gracias al Cabildo por la publicación del tercer tomo de ‘Humor isleño’, titulado ‘Esqueleturas’, a cargo del editor Francisco Pomares y prologado por su sobrino, el periodista Míchel Jorge Millares.
Exposición sobre su obra
El primero vio la luz en 1961, el segundo en 1969 y el tercero, según Malena Millares “ha tardado demasiado, pero nunca es tarde cuando la dicha es buena”.
El diseñador Alberto Trujillo ha explicado que ha querido representar la obra “más interesante” de Millares en 21 celdas de abejas para simbolizar a sus trabajadores, y que la muestra también se expondrá en la zona del puerto con motivo de las fiestas de La Naval, a las que solía ir el artista, ha recordado.
El presidente del Cabildo ha hecho hincapié en lo que ha supuesto la figura de Eduardo Millares, un creador de “enorme repercusión” en Canarias por su “personalísima” forma de interpretar la sociedad isleña de su época con un humor especial, a partir del dibujo y la pintura que aprendió de su padre, Juan Millares Carló; y de su madre, Dolores Sall,le llegaron sus conocimientos en música y pintura.