La localidad de Guatiza alza la voz contra las excursiones en buggies y quads, denuncian que es insoportable el ruido y el polvo que generan, pero también el daño al medio ambiente que dejan a su paso
Las excursiones turísticas a bordo de buggies en Lanzarote abren el debate y un conflicto entre el turismo de aventura y el respeto al entorno. La Asociación Vecinal de Guatiza exige al Ayuntamiento de Teguise, al que pertenece, una actuación urgente. Reclaman que prohíban una actividad que, insisten, esté dañando el paisaje y afectando a la convivencia.

Los vecinos de Guatiza alzan la voz contra las rutas turísticas de quads y buggies en el municipio.
Miguel Ángel Sosa, portavoz de la Asociación Vecinal de Guatiza señala que «transitan por donde quieren. Transitan incluso en propiedades privadas».
Denuncian que ocasionan un grave impacto medioambiental, erosionan el suelo, destruyen caminos rurales, alteran senderos y afectan a la biodiversidad. Esto no es turismo sostenible. Esto no es turismo ni siquiera ese turismo activo del que habla la ley del Gobierno de Canarias esto es un turismo destructor», explica Sosa.
Reprochan al ayuntamiento de Teguise el incumplimiento de la ordenanza municipal. El consistorio dice que se está trabajando en su modificación. Myriam Jorge Camejo, concejala de Medio Ambiente de Teguise indica que «ahora mismo jurídicamente solo regularía quads. El problema lo estamos teniendo con los buggies. Tenemos que regular también el tema de buggies».
Algo con lo que el vecindario no está de acuerdo. Su portavoz se queja de que no tiene sentido «una modificación de una ordenanza si nosotros lo que queremos es que se prohíba la actividad por lo dañina que es».
Desde Teguise piden a sus vecinos una tranquilidad que ya no tienen porque además de la contaminación acústica y el levantamiento de polvo, relatan malos compartimientos de algunos turistas cuando se les llama la atención.
«La respuesta que nos han dado en muchas ocasiones es, peineta con las manos, en otras ocasiones insultos”, asegura Sosa. Mientras, las empresas evitan pronunciarse. En Guatiza exigen que se eche el freno a esta actividad.