La erupción del volcán Tajogaite es hoy un valor turístico, pero los hoteleros demandan un plan estratégico que aumente su atractivo al estilo de Timanfaya
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La isla de La Palma empieza a recobrar el tono turístico cuando se cumplen cuatro años del inicio de la erupción del volcán ‘Tajogaite’. La emisión de gases y ceniza volcánica, que obligaba a cancelar y retrasar vuelos de forma continua, afectó de lleno al subsector turístico. La franja oeste de la isla se cerró y cientos de viviendas de alquiler vacacional quedaron enterradas bajo la lava. Hoy, esa herida abierta en la isla es un atractivo para el turismo, pero los hoteleros creen que es un valor que puede aumentar con un plan estratégico, al estilo de Timanfaya, en Lanzarote.

«Estamos llegando a la situación pre-volcán pero los problemas de fondo siguen estando ahí», resume para Europa Press Óscar León, presidente del Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) en la isla. Lamenta que en muchos ocasiones los problemas sociales derivados de la falta de vivienda para los afectados y la gestión de los gases volcánicos, perjudican a la imagen del destino.
El turismo se recupera, pero no explota Tajogaite
Los datos avalan la recuperación del destino, ya con el hotel Meliá de Puerto Naos a pleno rendimiento. En los últimos tres años, a cierre de julio, las pernoctaciones en la isla han crecido un 39,4%, los viajeros un 23,7%, las tarifas casi un 15% y el ingreso por habitación, un 24,8%.
Sin embargo, no es suficiente porque «no ha cambiado nada» y ni la covid-19 ni el volcán «han servido para darle un cambio de rumbo» a la isla, expone Carlos García, vicepresidente y delegado de Ashotel. Lamenta que aún no se haya encontrado la fórmula de sacarle más rentabilidad al ‘Tajogaite’.
«Es un producto digamos paisajístico pero no un producto que de momento se esté explotando turísticamente por parte de la administración. Yo siempre pregunto que cuándo vamos a hacer el Timanfaya de La Palma y de momento se han dado pocos pasos en ese sentido», indica.
Un plan estratégico
En esa línea, echa en falta un «plan estratégico» que oriente como explotar el volcán «copiando casos de éxito» como el de Lanzarote, que está «lleno de turistas». «De momento estamos muy parados en eso», agrega.
En parecidos términos se expresa el presidente del CIT, que admite que la curiosidad por el volcán «ha ido bajando» tras un cierto furor inicial. Aunque sigue siendo la excursión más demandada por los turistas, junto a la Caldera de Taburiente y Marcos y Cordero, «las cosas no se están haciendo bien». «La cosa va bien pero lenta», expone.
La consejera de Turismo del Cabildo, Raquel Rebollo, es más optimista y pide un poco más de tiempo para exprimir todo el potencial del ‘Tajogaite’. Durante el primer año y medio, por las altas temperaturas y la emisión de gases «no se ha podido acceder y crear producto», señala.
«Es una excursión que deja sin palabras a las personas que lo visitan y es muy recomendable y bueno, hace falta más señalética, servicios asociados a esa ruta, es decir, seguimos trabajando y profesionalizando pero no debemos olvidar que es un recurso relativamente nuevo para la isla de La Palma», señala.
Para apuntalar la recuperación turística se antoja clave la conectividad aérea, con algunos mercados a la espera de que aumenten las camas turísticas que permitan impulsar la actividad de los turoperadores y los vuelos.
La isla tiene algo más de 16.000 camas, lo mismo que algún «municipio turístico» de Tenerife o Gran Canaria, y aunque La Palma es un referente en el destino de naturaleza, hace falta más cama hotelera para que «sea rentable» diseñar paquetes turísticos en la isla, detalla.
Recuperación de la conectividad
No obstante, defiende que la recuperación de conectividad es un hecho, con 108.000 plazas internacionales para la campaña de invierno.
«No vamos decreciendo, todo lo contrario, estamos creciendo», indica, subrayando que las estrategias de las aerolíneas también hay que trabajarlas con antelación y que este crecimiento debe ir ligado al aumento de plazas hoteleras para que «los precios de venir a la isla sean más rentables».
Carlos García también cuestiona el «monopolio» que tiene Iberia entre los vuelos nacionales y los altos precios de los billetes y que la apuesta por complejos turísticos nuevos como el ecoresort La Pavona, que podrían activar a los turoperadores, van «muy lentos».
Desde el CIT coinciden en el diagnóstico y lamentan que «no acaban de salir» esos proyectos diferenciados vinculados al turismo de golf o ‘wellness’ en una isla donde el subsector platanero cree que «no puede dar más de sí» y el turismo es el sector que «puede mover la economía». «Lo que tenemos en la isla es bueno, pero necesitamos más», apunta.
La consejera de Turismo se queda, por el momento, con el alto grado de satisfacción que tienen los turistas que visitan la isla, porque también es un destino «más barato» que otros, con grandes atractivos naturales, muy buena gastronomía y buen servicio.
«Una vez que la gente nos conoce el grado de satisfacción es muy alto y nos recomiendan», destaca.