Un informe de la ONG Provivienda afirma el color de piel o la nacionalidad pueden hacer una tarea imposible el adquirir una vivienda
La asociación Provivienda alertó este martes de que el 99 % de las inmobiliarias que operan en España aceptan a titulares de viviendas que discriminen su acceso a inmigrantes, una tendencia que ha ido en aumento en los últimos años.
Así lo expuso el director de Provivienda en Canarias, Fernando Rodríguez, en unas jornadas por la igualdad y el acceso a mecanismos de protección organizadas por CEAR en Casa África, quien precisó que esta es una de las realidades que se plasman en el último informe de la entidad, publicado en mayo de este año con el título ‘Se alquila. Racismo inmobiliario’.

Indemnización única
Este informe es una prueba más del racismo que existe alrededor de la industria de la vivienda. Además, sectores como el acceso a servicios públicos o la sanidad también detectan un mayor número de incidencias en los últimos años.
En Gran Canaria, Provivienda logró en febrero que una inmobiliaria aceptase un laudo por el que indemnizó, por daños morales, con 4.000 euros a una mujer marroquí que denunció en su buzón las trabas que le pusieron para alquilar una vivienda.

Una práctica discriminatoria frente a la que se consiguió que esta persona tuviera preferencia para visitar los inmuebles para arrendar que esta entidad anunció en lo sucesivo. Además, esta organización logró que el personal de esta inmobiliaria aceptara hacer un curso de formación para evitarlas en el futuro.
En estas jornadas, el coordinador de CEAR en Canarias, Juan Carlos Lorenzo, destacó la necesidad de visibilizar una discriminación que a menudo pasa desapercibida por la falta de denuncias. Además, este hecho afecta a personas migrantes y del colectivo LGTBIQ+, que suelen ser atendidas de forma diferente, no solo en el ámbito inmobiliario, sino también en el sanitario y laboral.
El director general de Casa África, José Segura, aludió durante esta jornadas al empeño de esta institución diplomática en «limpiar el espacio público de mentiras y eliminar la intoxicación que dificulta la convivencia».