Denuncia Intersindical Canaria esperas de hasta 28 horas para trasladar a pacientes urgentes al HUC
Intersindical Canaria ha denunciado este miércoles que «el colapso permanente» en el servicio de urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC) provoca esperas de hasta 28 horas para el traslado de pacientes desde los centros de atención primaria al no disponer de transporte sanitario.
Intersindical detalla que pacientes con necesidades urgentes de ingreso hospitalario son enviados a los centros de atención primaria. Allí deben esperar de 10 a 12 horas para ser trasladados al HUC. Se han dado casos como el de un paciente que tuvo que esperar 28 horas en el SNU del centro de salud de San Benito para ser derivado al HUC.
Pacientes que, denuncian, por la gravedad de sus dolencias deberían ser atendidos de inmediato en el hospital, «pudiendo tener esto graves consecuencias sobre la vida de los usuarios».
Los servicios de urgencias no cuentan con los recursos necesarios
El sindicato subraya que los Servicios Normales de Urgencia no cuentan con los recursos necesarios para ofertar una atención adecuada a casos de mayor gravedad. Dicen que «no disponen de personal auxiliar de enfermería o alimentos para los pacientes». Además, sus trabajadores «se ven cada día en la obligación de improvisar soluciones que no resuelven el problema de fondo».
Sucede que «las ambulancias quedan bloqueadas en cola a las puertas del HUC, al estar éste completamente saturado, a la espera de que el paciente quede ingresado».
Se necesitan medidas para terminar con la saturación de las urgencias del HUC
Esto está provocando una «inadmisible», según Intersindical Canaria, presión del servicio de urgencias de San Benito los fines de semana. Ya que, Intersindical Canaria asegura que el centro no está preparado para que esos pacientes «queden olvidados allí hasta que haya ambulancias disponibles para proceder al traslado».
La central sindical insta a la Consejería de Sanidad a tomar «medidas urgentes para aliviar la presión sobre el HUC«. Deben saber que «ante una situación en la que la vida de los pacientes puede correr peligro, es inaceptable que la respuesta por parte de quienes pueden ponerle solución sea la inacción».