Así lo concluye un estudio de la Universidad del País Vasco. Han comprobado que la distancia interpersonal de dos metros ayuda a evitar contagios, especialmente en espacios cerrados
Un estudio del departamento de Ingeniería Nuclear y Mecánica de Fluidos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha comprobado que la distancia interpersonal de dos metros, aconsejada por las autoridades sanitarias durante la pandemia de la covid-19, resulta razonable para ayudar a evitar contagios, especialmente en espacios cerrados.
El estudio, publicado en la revista Nature, analiza por primera vez el poder de contagio de una sola gota de saliva. Establece que los principales factores a tener en cuenta en el comportamiento de una gota de saliva son la temperatura, la humedad y el tamaño de la misma.
El estudio parte de la premisa de que la gran mayoría de virus se transmiten por vía oral y que cuando una persona tose, habla o estornuda lanza al ambiente una serie de partículas o gotas de saliva con gran poder de contagio.
La evaporación de las gotas depende de los diferentes factores que se den en el mismo, y en consecuencia varía la capacidad de transmisión de la enfermedad.
«El objetivo de este trabajo es estudiar mediante simulaciones computacionales el comportamiento de una partícula de saliva expuesta a diferentes características ambientales de un entorno social», señalan Ainara Ugarte Anero y Unai Fernández Gamiz, investigadores del Departamento de Ingeniería Nuclear y Mecánica de Fluidos de la UPV/EHU, en la Escuela de Ingeniería de Vitoria.
Simulación del comportamiento de la saliva en el aire
Para estudiar cómo se comporta la gota de saliva a través del aire, crearon una simulación computacional. Se basaron en la dinámica de fluidos que examina el estado de una gota de saliva que se mueve por el aire cuando una persona habla, tose o estornuda.
«Esta simulación se realizó en un entorno controlado y simplificado, es decir en lugar de analizar un estornudo general con una serie de partículas, nos centramos en el estudio de una sola partícula en un entorno cerrado».
«Para ello -agregan- lanzamos gotas de entre 0 y 100 micras de una altura de unos 1,6 metros -distancia a la que se encuentra más o menos la boca de un humano-, y se consideraron los efectos de la temperatura, la humedad y el tamaño de la gota”, explica Unai Fernández Gamiz.
«Los resultados demuestran —afirma Ainara Ugarte— que la temperatura ambiente y la humedad relativa son parámetros que afectan significativamente al proceso de evaporación. El tiempo de evaporación tiende a ser mayor cuando la temperatura de ambiente es menor. Y las partículas con menor diámetro se evaporarán rápidamente mientras que a las de mayor diámetro les cuesta más», agregan.
«Algunas partículas grandes de alrededor de 100 micras pueden permanecer en el ambiente entre 60 y 70 segundos. En principio se transportan a una mayor distancia; por lo tanto, por ejemplo, puede que una persona estornude en un ascensor, salga del ascensor y las partículas sigan ahí. De ahí la importancia de la distancia de los dos metros en entornos cerrados en el caso de la covid-19».
Según lo estudiado, parece que esa distancia puede resultar razonable para evitar más contagios en el caso de la covid-19”, concluye Ugarte.