Casi 2.400 bomberos se encuentran trabajando en las tareas de extinción. Más de 2.000 personas permanecen evacuadas de la zona, donde las llamas han quemado 67 casas y otras 117 edificaciones
Las condiciones meteorológicas favorables de las últimas horas han permitido a los bomberos lograr importantes avances en las tareas de contención del mayor incendio activo en el oeste norteamericano. Aunque decenas de otros grandes fuegos siguen creciendo en EE.UU. y Canadá.
La reducción en la intensidad del viento ha ayudado a los bomberos a contener el fuego en un 40 %.
El incendio bautizado como «Bootleg», que fue declarado tras la caída de un rayo el pasado 6 de julio en la zona boscosa de Winema-Fremont, al sur de Oregón, ya ha calcinado más de 160.000 hectáreas.
Es el tercero mayor de la historia del estado desde que se tiene registro a principios del siglo XX.
Casi 2.400 bomberos se encuentran trabajando en las tareas de extinción. Más de 2.000 personas permanecen evacuadas de la zona, donde las llamas han quemado 67 casas y otras 117 edificaciones.
La lluvia tardará en llegar
Pese a los importantes avances de las últimas horas, las autoridades mantienen su pronóstico de que el gigantesco fuego no podrá considerarse completamente controlado hasta principios del mes de octubre y que para su extinción total será necesario que llueva. Algo que no está previsto que ocurra en las próximas semanas.
El de Oregón es el mayor de los más de 80 grandes incendios activos en el oeste de Estados Unidos y Canadá. Ocurre en un mes de julio seco y caluroso que ha hecho que la temporada de fuegos en la zona se haya adelantado varios meses.
Unos 400 kilómetros al sur del fuego de «Bootleg», otros 4.000 bomberos se encuentran luchando contra las llamas del incendio bautizado como «Dixie», cerca de la localidad de Paradise, en el estado de California.
Este incendio, que lleva 57.800 hectáreas quemadas y sólo se ha podido contener en un 18 %, trae los peores recuerdos a los vecinos de Paradise, una ciudad que fue arrasada en 2018 por el incendio más mortífero de la historia de California, en el que murieron 85 personas.
La hopótesis del fallo eléctrico
Aunque la investigación todavía sigue abierta, varias informaciones apuntan a que la causa del incendio habría sido un fallo en una línea eléctrica.
Otro de los grandes fuegos que más preocupa, por su proximidad a zonas pobladas, es el de «Tamarack», que quema desde el 4 de julio cerca del lago Tahoe, en California.
El jueves cruzó la frontera del estado y ya afecta también a la vecina Nevada.
Este siniestro lleva quemadas 23.600 hectáreas y está contenido únicamente en un 4 %.
Al norte de la frontera, en Canadá, los fuertes vientos y la extrema sequedad están dificultando las tareas de extinción.
Columbia Británica se lleva la peor parte
En la provincia de Columbia Británica, que a finales de junio y principios de julio sufrió la peor ola de calor de la historia de Canadá, se han declarado 1.192 incendios desde principios de año.
El mayor fuego de la provincia, el de Sparks Lake, ya ha consumido 55.800 hectáreas de bosque.
Unos 3.200 bomberos procedentes de todo el país están combatiendo las llamas y se espera que en las próximas horas lleguen centenares de efectivos de refuerzo.
Mientras, en la provincia de Ontario, en el centro del país, las lluvias que han caído en las últimas horas sobre algunas de las áreas afectadas por los incendios están ayudando a los bomberos.
Aun así, centenares de personas, en su mayoría de remotas comunidades indígenas, han tenido que ser evacuadas.