El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamamiento a las autoridades israelíes para que retiren la orden y «tomen todas las medidas posibles para proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluidos hospitales e instalaciones humanitarias»
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha denunciado que el Ejército de Israel ha dado una orden para que retiren en las próximas 24 horas sus suministros del almacén médico que tienen ubicado en el sur de la Franja de Gaza.
«Hoy la OMS ha recibido una notificación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de que deberíamos retirar nuestros suministros de nuestro almacén médico en el sur de Gaza en un plazo de 24 horas, ya que las operaciones terrestres lo dejarán fuera de uso», ha explicado a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Tedros ha hecho un llamamiento a las autoridades israelíes para que retiren la orden y «tomen todas las medidas posibles para proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluidos hospitales e instalaciones humanitarias», si bien Israel ha negado dicha orden.
El Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), dependiente del Ministerio de Defensa israelí, ha aseverado que «la verdad» es que no han pedido que evacuaran los almacenes. «Se lo dejamos claro (y por escrito) a los representantes pertinentes de la ONU», reza un comunicado en el que exige a Tedros «que sea más preciso» por ser un funcionario de Naciones Unidas.
«Hemos visto lo que ocurrió en el norte»
La OMS ha pedido proteger el sistema de salud contra nuevos ataques y el deterioro de su capacidad, y ha recordado que «ningún lugar es seguro en Gaza«. «Hemos visto lo que ocurrió en el norte de Gaza. Esto no puede ser el patrón para el sur. Gaza no puede permitirse perder otro hospital, ya que las necesidades sanitarias siguen aumentando», reza un comunicado.
El organismo, que se ha mostrado «gravemente preocupado por la reanudación de las hostilidades», ha subrayado que «a medida que más civiles del sur reciben órdenes de evacuación inmediata y se ven obligados a desplazarse, más personas se concentran en zonas más pequeñas». A esta situación se suma que los hospitales que quedan funcionan «sin suficiente» combustible, medicamentos, alimentos, agua o protección del personal sanitario.
Alrededor de 1,9 millones de personas, casi el 80 por ciento de la población de Gaza, están desplazadas internamente. En menos de 60 días, el número de hospitales en funcionamiento ha descendido de 36 a 18. De ellos, solo tres ofrecen servicios básicos, mientras que los restantes solo prestan servicios parciales. Algunos de los centros sanitarios tratan a dos o tres veces más pacientes de los previstos.
La situación es «catastrófica»
En una reciente visita al Complejo Médico Naser en Jan Yunis, el equipo de la OMS describió la situación como «catastrófica«, con el edificio «enormemente abarrotado de pacientes –que están recibiendo tratamiento en el suelo– y personas desplazadas que buscan refugio». Además, hay escasez de personal sanitario y los que están disponibles «han estado trabajando sin parar y están agotados.
Aunque los sistemas de vigilancia de enfermedades están bloqueados, se ha observado un aumento de enfermedades infecciosas como enfermedades respiratorias, sarna, ictericia o diarrea, ha informado la OMS.
Israel anunció este domingo el inicio de la incursión en el sur de la Franja, después de que el viernes reanudara sus bombardeos sobre el enclave tras una semana de pausa humanitaria. Las FDI acusaron al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) de violar el alto el fuego temporal poco antes de que llegara a su fin el acuerdo de tregua, que incluyó la liberación de decenas de rehenes israelíes a cambio de la excarcelación de presos palestinos, todos ellos mujeres y niños, así como una mayor entrada de ayuda humanitaria.
Desde el 7 de octubre, cuando Hamás atacó el sur de Israel matando a 1.200 personas y reteniendo a 240 rehenes, el Ejército israelí ha matado a más de 15.900 palestinos en el marco de su ofensiva aérea y terrestre contra la Franja. A eso se suman más de 240 palestinos muertos a manos del Ejército israelí y colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.