Se ha recortado el consumo de productos de alimentación como la carne, el pescado o las frutas frescas
No podemos dejar de comer, pero tenemos menos capacidad de elegir lo que consumimos. Es lo que pasa con el incremento de precios, que ha hecho que comamos menos carne y menos pescado y que las familias tengan que apretarse el cinturón. La compra de productos de alimentación se redujo el año pasado en un 7,2%.
Preparamos la lista de la compra y nos pensamos muy bien lo que nos vamos a llevar. Tanto, que el año pasado compramos un 7,2% menos de productos de alimentación.
Recortes en el consumo de frutas frescas o huevos y pan
Visitamos más el supermercado, pero miramos con lupa lo que compramos. Se recorta el consumo de cerveza de frutas frescas y productos como huevos, leche o pan. Y compramos más pasta o mas arroz porque son económicos y cunden más. Con este panorama y la escalada de precios, la frase de que todo está mucho más caro se repite cada vez más en los mercados.