Las vacunas contra la covid-19 no solo han salvado miles de vidas en el último año, sino que en esta sexta ola han protegido a los hospitales del colapso: con casi un 46 % más de casos concentrados en solo dos meses que en todo el resto de la pandemia. Ha habido un 48 % menos de ingresos y un 82 % menos de pacientes que necesitaron cuidados intensivos en el caso de Canarias.
El director del Servicio Canario de Salud (SCS), Conrado Domínguez, recopila en su cuenta de Twitter una serie de datos que muestran el tremendo impacto que ha tenido ómicron en las islas, con más casos que nunca, 145.472 en esta ola, y 336 fallecidos.
Eso reflejan las cifras en términos absolutos, pero Domínguez invita a mirarlas con perspectiva, desde esta premisa: la sexta ola ha provocado en Canarias un 45,8 % más de contagios diagnosticados que las cinco olas anteriores juntas (145.472 frente a 99.782).
¿Se han trasladado por igual esas cifras de casos a las hospitalizaciones, ingresos en UCI y defunciones con covid? La respuesta del gestor del Servicio Canario de Salud es que no.
Los 99.782 contagios acumulados en las islas desde la primera ola hasta la quinta provocaron 9.823 hospitalizaciones, 1.250 ingresos en cuidados intensivos y 1.036 defunciones.
En cambio, la sexta ola, con 145.472 casos, ha derivado en 5.116 hospitalizaciones (47,9 % menos que la suma de las anteriores), 220 ingresos en UCI (-82,4 %) y 336 muertes (-67,6 %).
Hay 904 pacientes hospitalizados en camas convencionales con covid y 116 en las UCI
De acuerdo con el último informe semanal de la Dirección General de Salud Pública, del 25 de enero, el nivel ocupación de las UCI por pacientes con covid en los hospitales públicos están en niveles de riesgo muy alto en las dos islas más pobladas, con un 25,99 % de las plazas para críticos de Gran Canaria y un 29,83 % en Tenerife.
El último dato publicado por la Consejería de Sanidad (31 de enero) señala que en estos momentos hay en Canarias (con una tasa del 26,72 %).
Los datos que recopila el director del SCS dejan abierta la pregunta de qué hubiese pasado si un «tsunami» de 145.472 contagios concentrados en dos meses hubiera tenido las mismas repercusiones en ingresos y pacientes críticos que las anteriores olas.
La diferencia, para la mayoría de los expertos, la marcan los niveles de vacunación conseguidos en España contra la covid-19 desde que en diciembre de 2020 se inyectaron las primeras dosis en las residencias de mayores, el sector entonces más castigado.
Puede ocurrir, también, que como sostienen algunos estudios ómicron sea mucho más contagioso, pero provoque efectos menos graves. Sin embargo, los datos decantan de nuevo la balanza a favor de las vacunas, apunta Conrado Domínguez.
Las tasas de hospitalización fueron más altas entre los no vacunados
El director del Servicio Canario de Salud echa mano de las cifras acumuladas en los dos últimos meses sobre hospitalizaciones de pacientes con covid vacunados y no vacunados, particularmente en las franjas de edad más elevadas, las que más complicaciones tenían.
En Canarias, en diciembre y enero la tasa de pacientes vacunados hospitalizados por covid fue de 2,5 por 100.000 habitantes entre 50-59 años, de 6,3 entre los 60-69 años y de 8,8 entre los 70-79 años.
En cambio, las tasas de hospitalización entre los no vacunados fueron las siguientes: 29,1 entre los 50-59 años (11 veces más), 77,9 entre los 60-69 años (12 veces más) y 1.391 entre los 70-79 años (158 veces más).
Las diferencias entre los vacunados y los no vacunados se agudizan aún más en los ingresos en la UCI: entre 50-59 años se multiplican por 17 (0,5 frente a 8,1 por 100.000), entre 60-69 años por 11 (2,0 frente a 22,8 por 100.000) y entre 70-79 años por 657 (1,0 frente a 657,9 %).
El mismo efecto se observa en los fallecimientos: las tasas de muerte con covid de los no vacunados multiplican por tres a las de los vacunados en la franja de 50-59 años (2,2 frente a 0,6 por 100.000), por 13 entre los 60-69 años (21,5 frente a 1,6 por 100.000) y por 207 entre los 70-79 años (582,0 frente a 2,8 por 100.000).
Domínguez destaca otro efecto de las vacunas: de noviembre a diciembre, conforme se extendía la administración de la dosis de refuerzo, el porcentaje de contagiados que acabó en el hospital bajó un 76 % y el de fallecidos descendió un 72 %.