El Hierro conserva aún testimonios de las cruces domésticas, una antigua tradición que consistía en colocar cruces en las entradas de las casas, una por cada familiar que fallecía.
Se trata de una tradición única de esta isla, por lo que el Cabildo insular propone ahora que sea Bien de Interés Cultural (BIC) para salvaguardar este bien cultural inmaterial como tradición simbólica y uso ritual de las cruces.