Una reciente sentencia pionera emitida por un juzgado de las islas ha abierto el debate sobre la capacidad de decisión de las mujeres en sus partos. Sobre este asunto, charlamos con la matrona Ruth Caplés.
El papel de las matronas es crucial para prevenir las prácticas que son consideradas violencia obstétrica. Según la OMS, la violencia obstétrica es aquella que sufren las mujeres durante el embarazo o el parto al recibir un maltrato físico, humillación y abuso verbal, o procedimientos médicos coercitivos o no consentidos. Nuestro país ha recibido ya, hasta en tres ocasiones, la reprobación de la CEDAW, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer por realizar prácticas de este tipo, entre ellas cesáreas que no tenían justificación.
La matrona Ruth Caplés ha afirmado en la entrevista que ha concedido en Buenos Días Canarias, que estas prácticas no incluyen solo las tasas elevadas de cesáreas o episiotomías. Asegura que «también es infantilizar a las mujeres, dar un trato deshumanizado, o pensar que no pueden decidir por sí mismas». Ha recordado que las mujeres tienen derecho a recibir información basada en la evidencia científica, no sesgada y, sobre ello, decidir.
Sentencia polémica
Una sentencia pionera emitida por un juzgado de Las Palmas de Gran Canaria, ha condenado al Servicio Canario de Salud a indemnizar con un millón de euros a una mujer a la que se indujo un parto gemelar que duró 17 horas y que generó daños a uno de los bebés que resultaron en una discapacidad. En este sentido, para esta experta, «no solo se trata de una negligencia médica, también de una práctica que puede considerarse violencia obstétrica» porque en un parto inducido químicamente, como fue el caso, hay que hacer un seguimiento del proceso de parto, diagnosticar las posibles complicaciones, informar de ellas a la madre y de los riesgos que éstas conllevan. Considera que en este caso no sucedió así.
Más matronas y planes de parto
Ruth Caplés ha afirmado que las matronas son las especialistas en los partos fisiológicos y ha recordado que en aquellos casos donde se produce violencia obstétrica, habría que analizar también en qué condiciones se trabaja. Ha puesto el acento en que en otros países, las mujeres llegan a ver únicamente en todo su embarazo a estas especialistas y que las obstetras intervienen únicamente cuando hay una patología. Insiste en que es necesario que se invierta y se dote de más matronas a la sanidad, pero también que se vele por los derechos de las mujeres. En ese sentido, ha recordado que las mujeres tienen el derecho de diseñar un plan de parto, un documento donde debe recogerse su voluntad de cara a ese momento.