Ángel Chinea Díaz-Masa es de Tenerife, pero salió hace décadas de Canarias. Ha vivido en muchos países, uno de ellos, Holanda, donde ha pasado la estancia más larga. Ahora vive, desde hace tres años, en Tokio, Japón, donde ha abierto un negocio junto a su mujer, japonesa, de productos canarios gourmets.
«Se trata de un negocio con el que se quiere dar a conocer lo mejor de cada Isla».
En estos momentos está trabajando con la distribución de Sal de Agüimes, de Gran Canaria, «de las Salinas de Bocacangrejo».
Ahora comenzará a introducir mojo palmero y mermelada hecha en La Palma con fruta cultivada en La Palma, en La Gomera y en Tenerife.
«El negocio tiene una gran aceptación. El mercado japonés está saturado de vinos españoles, de aceites de oliva, pero nuestros productos no los conocen. Es algo exclusivo, algo diferente, que se distingue de lo demás».
Lo distribuyen en escuelas de cocina, tiendas veganas y panaderías de varias ciudades del país.
Es el quinto lugar en el que vive, fuera de las Islas. «No es una experiencia nueva estar en oro país, la experiencia es ésta, vivir en Japón».
Lleva años fuera de Canarias pero no echa de menos vivir en las Islas. «Canarias, de vacaciones, para llenarme de energía, pero no para vivir, siempre he sido un nómada. Soy un nómada».
Aunque reconoce que durante el período de la pandemia, durante el confinamiento, lleva ya dos años sin poder ir a Canarias y no lo ha pasado bien por no poder viajar con la frecuencia deseada. «Estoy cansado, mentalmente. Necesito ir aunque sea un mes».
«Llevo a mi tierra en el corazón, muy adentro. El día de Canarias, cuando vivía allí, fui a muchos Bailes de Magos, en Santa Cruz, tocaba el timple… pero entiendo que si echo de menos a mi tierra sufro y tengo que aislarme de alguna manera. Yo escucho una folía y me saltan las lágrimas».
«Echo de menos la playa, la comida… y, obvio, a mi familia y a mis amigos, a la gente que me quiere».
«Yo quiero ir en verano, necesito estar con mi madre, mi madre se va haciendo mayor y quiero estar con ella».
«Este año tengo que ir, sí o sí».