Los patinetes eléctricos se han convertido en un medio de transporte en las ciudades, pero la iniciativa de París ha avivado la polémica
París fue la ciudad pionera en regular los patinetes eléctricos, pero tres años más tarde ha prohibido su uso tras un referendo popular. La mayoría de ciudades españolas no prevén hacer una consulta sobre la prohibición de los patinetes de alquiler similar a la que se ha realizado en París esta semana, con la excepción de Barcelona y Valencia, donde las empresas que ofertan este servicio no están permitidas.
Por lo que respecta a Canarias, hay diferencias en función de la ciudad. En Las Palmas de Gran Canaria se presentaba la pasada semana 87 unidades de la flota inicial del nuevo sistema público de patinetas eléctricas compartidas, que continúa avanzando en su proceso de implantación.
Este proyecto, impulsado por la Concejalía de Movilidad a través de Sagulpa, contempla la instalación –a modo de prueba piloto, y antes de finales de mayo– de 13 estaciones que estarán ubicadas a lo largo de la ciudad, especialmente en la parte alta, con el objetivo de favorecer los desplazamientos entre estos espacios y la zona baja de la capital.
En cambio, en Santa Cruz de Tenerife operan varias empresas y aunque los primeros meses muchos desconocían como utilizar este vehículo, el Consistorio capitalino asegura que se han producido mejoras. Aseguran desde el Ayuntamiento que el ciudadano es más consciente de dónde dejar los patinetes y por dónde y cómo circular con este medio de transporte.
Marco legal mínimo
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha establecido un marco legal mínimo para estos vehículos, pero son los ayuntamientos los encargados de regular su uso.
No deja de ser un medio de transporte que genera polémica, algunos colectivos denuncian que se trata de un vehículo muy peligroso para personas ciegas o con movilidad reducida.
Desde 2021, en España han fallecido 18 personas en accidentes viales con estos vehículos.