Los migrantes que llegaron a Valencia en el «Aquarius» se han concentrado este domingo, con motivo del Día Mundial del Refugiado, para reclamar al Gobierno su regularización
Varias decenas de personas se han concentrado en la plaza de Patraix y, ataviados con camisetas azules de la Asociación Supervivientes Aquarius 2018, los convocantes de la cita han leído un manifiesto con sus reivindicaciones y han pedido ser tratadas «con amabilidad» y que les hagan sentir «como en casa».
Con cánticos contra los CIE y frases como «refugiados no es una elección», «somos iguales» o «somos familia», los inmigrantes que quedan en Valencia llegados a su puerto el 17 de junio de 2018 en la conocida como Operación Esperanza, han recordado que «el mundo les ha obligado a dejar sus hogares».
En el texto leído han valorado que «lo han dejado todo atrás para poder seguir adelante» y han «pasado por mucho», como mujeres que han escapado de la trata o niños que no han sido alimentados de forma adecuada.
«Como seres humanos que son, debemos hacer todo lo posible para que se sientan seguros y bienvenidos entre nosotras. Debemos tratar de proteger sus derechos humanos básicos para que puedan tener una vida digna», han apuntado.
Y han agregado: «No es por caridad. No es un favor. Es una cuestión de humanidad, de justicia social y de igualdad. Sin papeles, sin regularización, jamás podrán tener una vida normal».
Por eso, han pedido al Gobierno de Pedro Sánchez que «ilumine el camino de tantas personas trabajadoras y buenas que quieren vivir en España y aportar al país» porque sin documentación están «condenados a sobrevivir en la negra clandestinidad» y «ofrecerles una oportunidad para seguir adelante».
Han advertido que «ser refugiados no es una elección. Nadie decide serlo por propia voluntad» y son «huidos de la guerra, de la violencia extrema, de los conflictos o de la persecución y han cruzado fronteras internacionales para encontrar algo de seguridad en otro país».
«La vida de una persona que busca refugio en otro país es como una vela que necesita ser encendida y dar luz a su entorno», han apuntado y han incidido en que hay muchas personas que «han esperado más de tres años en la oscuridad sin que se encienda esa vela. Están frustrados y lo ven todo negro a su alrededor».
Por eso, le han pedido a Sánchez que «prenda la llama, que regularice a las personas que desembarcamos en el Aquarius y que decidimos quedarnos en España para construir aquí nuestras vidas, aportando lo mejor de nosotros y contribuyendo a crear un país más fuerte, más humano y más plural».
También han recordado que «en la soledad de la Protección Internacional«, llevan una tarjeta roja temporal, que les permite vivir y trabajar legalmente en España pero sin ella, «no» tienen «ninguna posibilidad» y han denunciado que desde diciembre a muchos se la han retirado y les obligan a estar en situación irregular y en la clandestinidad «tres años después de recibirnos con los brazos abiertos».
«Muchos de los que nos hemos quedado sin tarjeta roja hemos perdido nuestros empleos y viviendas. Los bancos están cerrando nuestras cuentas. Ahora, estamos aparcando coches en las calles de Valencia. Otros, para sobrevivir, estamos trabajando en negro porque no hay otra opción», han relatado.
Han apelado a que quieren «contribuir a la sociedad, no queremos ser dependientes sino independientes. No pedimos ayudas, tan solo pedimos papeles para poder vivir dignamente y en paz».