El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llegó poco antes de las 7.00 GMT al Tribunal de Distrito de Jerusalén donde continúa el juicio en su contra por fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos de corrupción.
Durante la vista de hoy, que fue retrasada en enero por el confinamiento nacional, se requerirá que los procesados declaren su culpabilidad o inocencia y se fijará la fecha de la siguiente fase probatoria, antes o después de las elecciones del 23 de marzo.
Es la segunda vez que Netanyahu acude a la Corte desde que comenzara el juicio en mayo y durante la fase de evidencias tendrá que hacerlo tres veces por semana.
En las inmediaciones de la Corte decenas de manifestantes pedían prisión para Netanyahu y lo calificaban de «ministro del crimen»: «No nos rendiremos hasta que dimita», coreaban los participantes.
Netanyahu es el primer jefe de Gobierno en la historia de Israel que es procesado estando en activo. Está acusado de delito de cohecho, por lo que puede ser condenado hasta con diez años de prisión, y de fraude y abuso de confianza, que están penados con hasta tres años de cárcel.
Los otros acusados son el empresario del portal de noticias Walla y del gigante de telefonía israelí Bezeq, Shaul Elovitch, además de su mujer; y el editor de Yedioth Ahronoth, Noni Mozes.
Netanyahu está implicado en los casos conocidos como 1000, 2000 y 4000, que le imputan la recepción de regalos a cambio de favores y supuestos tratos para recibir una cobertura positiva de los medios sobre él y su familia.