El proyecto New Life Family se ha convertido en un motor de esperanza para decenas de menores en Gambia y que ofrece un hogar a huérfanos o menores en situación de vulnerabilidad
En pleno corazón de Gambia, en el pueblo de Lamin, una antigua casa de paredes amarillas se ha convertido en refugio y motor de esperanza para decenas de niños y niñas. Allí nació New Life Family, un proyecto impulsado por la gambiana Mariama Manga, cuyo sueño era ofrecer un hogar a menores huérfanos o en situación de vulnerabilidad.
Hoy, esa casa acoge a unos 40 jóvenes de entre 4 y 24 años que han encontrado en ella una auténtica familia. Lejos de ser un simple espacio de acogida, es un lugar donde se cuidan mutuamente, donde el afecto y la solidaridad llenan el vacío de la ausencia familiar.

Gracias al apoyo de la asociación Harit Gambia y de la canaria Patricia Gil, el proyecto ha dado un paso más: ya se ha levantado una escuela y está en marcha la construcción de un nuevo hogar para ampliar la capacidad de acogida.
Objetivos del proyecto
Los menores que residen en New Life Family carecen de una red familiar sólida que pueda atenderlos. Muchos han perdido a sus padres o han sufrido abandono, y en los casos en que conservan vínculos con sus familias de origen, estas no cuentan con los recursos económicos necesarios para garantizar su bienestar.
Este proyecto se ha marcado como objetivos mitigar la falta de vivienda y la vulnerabilidad de los niños y niñas en situaciones de abandono o semiabandono; ofrecer educación, alimentación e higiene de calidad; garantizar la atención sanitaria adecuada y promover su desarrollo en un entorno familiar y evitar la separación de hermanos.