A partir de este lunes, España dejará de contar todos los positivos de coronavirus para centrarse solo en los casos graves y en los entornos vulnerables. Una nueva etapa en la que se acabaron el aislamiento de las personas con síntomas leves o sin ellos, las pruebas generalizadas y los rastreos
La nueva «Estrategia de vigilancia y control frente a la covid tras la fase aguda de la pandemia» fue aprobada el pasado martes la Comisión de Salud Pública. Y supone un paso más hacia la normalización de la covid que implica, reconoce, «aceptar un cierto nivel de transmisión» entre la población vacunada, joven y sana para pasar a centrarse solo en las personas más frágiles.
Además, desde este lunes han comenzado a distribuirse entre las comunidades y ciudades autónomas los primeros 11.900 tratamientos Paxlovid frente a la COVID19. En los próximos días se suministrarán fármacos hasta completar la cifra de 50.000 tratamientos para este primer trimestre del año.
Casos graves
De esta forma, desde este lunes solo se van a contar los casos graves y aquellos que se den en ámbitos vulnerables -centros sanitarios asistenciales, sociosanitarios y de día que prestan asistencia sociosanitaria, prisiones y otros lugares con personas institucionalizadas- y grupos con factores de vulnerabilidad.
Solo a estos grupos se les harán pruebas: mayores de 60, inmunodeprimidos, embarazadas, personas que residen, acuden, están ingresadas o trabajan en entornos vulnerables, a quienes prestan apoyo y cuidado a vulnerables, los que tengan un cuadro de infección respiratoria aguda de vías bajas que requiera hospitalización y los que hayan estado en los últimos 14 días en una región en la que circula una variante de interés o preocupación.
No obstante, el profesional sanitario podrá indicar la realización de una prueba bajo criterio clínico.
Fin del aislamiento d elos casos leves y asintomáticos
Todos los casos confirmados con síntomas leves ya no tendrán que aislarse, sino «extremar las precauciones y reducir todo lo posible las interacciones sociales utilizando de forma constante la mascarilla. Y manteniendo una adecuada higiene de manos durante los 10 días posteriores al inicio de síntomas».
Evitarán especialmente el contacto con personas vulnerables, asistir a eventos multitudinarios. Y, siempre que sea posible y en caso de que no sea susceptible de una incapacidad temporal por su sintomatología, teletrabajar.
Por el contrario, los empleados de entornos vulnerables o los que asistan a estos colectivos no acudirán a su trabajo en los primeros 5 días desde el inicio de síntomas o de la fecha de diagnóstico; al quinto día. Y si los síntomas han desaparecido, se hará una prueba de antígenos que, de ser positiva, se la repetirá cada 24 horas hasta dar negativo.
Asimismo, los hospitalizados deberán estar aislados durante el ingreso hasta obtener una prueba negativa o una PCR positiva compatible con cargas virales bajas. Aunque los profesionales podrán adaptar estas recomendaciones tras la valoración de cada situación.
Solo se identificarán a los contactos estrechos de estos grupos y ámbitos vulnerables, a los que se les indicará la realización de una prueba a los 3-5 días del seguimiento. Como ya se estableció a principios de marzo, no realizarán cuarentena. Aunque deberán extremar las precauciones durante 10 días y minimizar las interacciones.