El diputado del común de Canarias alerta de la situación a la que se enfrentará el Archipiélago y pone en marcha un servicio que simplifica los trámites para acceder a sus servicios. «Tendré menos papeleo e hilo directo con los alcaldes», apunta.
La Diputación del Común es una institución que, en las islas y a escala regional, desempeña las mismas funciones que el Defensor del Pueblo en todo el Estado. En Canarias, el puesto de diputado lo ocupa Rafael Yanes, que estos días ha dado a conocer la creación de un área, “Crisis Covid19”, desde donde tramitará las quejas que le lleguen a causa del coronavirus.
El próximo 22 de junio, Yanes cumplirá dos años al frente de un órgano que sólo en 2019 tramitó cerca de 5.000 expedientes, un tercio de ellos abiertos durante 2018. La cifra supone un incremento anual que supera el 20%, con la mayoría de las reclamaciones ciudadanas orbitando en torno a asuntos tan vitales como la ayuda a la dependencia, a la discapacidad y a los ‘errores’ en la tramitación de cobros por parte de los ayuntamientos. En esta entrevista, el diputado del común analiza cómo la institución adapta su músculo a la nueva normalidad: en principio, el virus también se va a llevar por delante mucha burocracia. Al tiempo, Yanes lanza una advertencia: “la demanda de ayuda en Servicios Sociales va a crecer en Canarias por encima del 66%”.
¿Qué tipo de quejas esperan recibir?
Nuestro trabajo está distribuido en 25 áreas: servicios urbanos, extranjería, economía.. Esta área, Covid-19, será la número 26. Allí se incluirán aspectos relacionados con la crisis social derivados de la crisis económica, que a su vez deviene de la crisis sanitaria. Va a ser una crisis social, a mi juicio, sin precedentes en la historia reciente de Canarias. Aquí vamos a gestionar y a trabajar con otros plazos; no habrá que esperar ni escritos ni respuestas, sino que actuaré de inmediato. Si veo algo en los medios, una familia con necesidades o un problema, cojo el teléfono y llamo directamente al alcalde de turno. Y tengo que decir que, por ahora, todos están respondiendo muy bien a pesar de las dificultades del teletrabajo.
¿Se ha visto ya en esa situación?
Pues sí. La última ha sido en Arrecife, donde había una persona con un problema de índole social que necesitaba ayuda. Llamé a la alcaldesa y me comentó que ya estaba actuando en ese caso. Yo trato de ser un vehículo de comunicación entre persona y administración.
¿Esta iniciativa nace porque ya han percibido un aumento de protestas en este sentido?
Evidentemente, hemos percibido un aumento de personas en situación en vulnerabilidad. Existe un estudio que nos dice que subirán, en un 66%, las peticiones de ayuda a las áreas de Servicios Sociales de todos los municipios de toda España. Aquí en Canarias ese porcentaje será mayor. Por eso mandé hace unos días a los 88 alcaldes una carta para que adapten sus presupuestos a la nueva realidad, aunque ya los tengan aprobados. También he propuesto adaptar las ordenanzas de Servicios Sociales para que no se tenga que esperar por certificados para dar ayudas. Este es un momento excepcional y requiere de medidas excepcionales.
Hay algunas problemáticas que irán surgiendo; ya hay cuestiones que se ven y se palpan sobre la mesa. Supongo que la Educación es una de ellas…
Nos han llamado ya tres veces sobre eso, y por escrito hay quejas solicitando que la Consejería de Educación aclare el final y el inicio del curso. Entiendo que hay que ser cautos porque la evolución de la pandemia cambia cada día. Algunas decisiones no se pueden tomar aún. Todo depende de las modificaciones que se den.
En la nota de prensa que difundieron esta semana ya hablaban ustedes de situaciones de vulneración de derechos. Explíquese. ¿Se refiere por ejemplo, a una presunta vulneración del derecho a la libre circulación por la aplicación de un estado, el de alarma que, a priori, no contempla ese tipo de acciones?
En este caso nos referimos a vulneración de derechos sociales. El caso que se plantea sería una cuestión a estudiar por el Defensor del Pueblo, ya que la competencia es estatal y no recae su análisis en el diputado del común.
¿De qué manera va a agilizar el trabajo este nuevo servicio suyo?
Es muy práctico. El proceso reglado hasta ahora contemplaba presentar un escrito, pedirle información a la administración, dar un plazo, etcétera. Eso ahora, con todo lo relacionado con el Covid-19, desaparece. Cojo el teléfono, llamo al alcalde, este a su área de Servicios Sociales y nos ponemos manos a la obra.
¿En qué sentido ha afectado el Covid-19 al trabajo diario de su institución?
Pues en dos. Hacia afuera, hay una mayor coordinación con el resto de defensores del pueblo de España. Por otro lado, en cuanto al trabajo diario, estamos también recurriendo, sobre todo, al teletrabajo.
¿Tienen entre manos una previsión de cuánto tiempo estará funcionando este servicio?
Mientras exista una situación de emergencia social de precariedad, el diputado del común tiene que estar atento y ayudar en todo lo que pueda. Pero estoy convencido de que al menos el servicio funcionará este año y el siguiente.
Le pregunto ahora por cuestiones más genéricas. Desde su puesto, ¿Qué valoración hace de la reacción que han tenido las instituciones canarias para gestionar la pandemia?
Creo que todas han dado un paso al frente. El Gobierno ha tomado iniciativas; los cabildos han mostrado su disposición y los ayuntamientos, como primera puerta, están volcados. En la crisis de 2008, gracias a ellos aquella situación se llevó por unos cauces más o menos razonables. Y eso que actuaron sin competencias y con muchos menos recursos. Se sintió aquella protección.
¿Y por parte de la ciudadanía?
Veo bastante solidaridad y movimientos altruistas muy importantes. Cuando se toca a su puerta, el canario siempre responde. Yo vivo en Güímar y lo veo. Esta mañana [sábado para el lector] me llamaba incluso una persona para donar, de forma anónima, productos de limpieza. No sólo nos llaman para pedir ayuda; también para ofrecerla.
Otro asunto. Se ha puesto en marcha un estudio de seroprevalencia. Días pasados conocíamos que 1 de cada 3 canarios rechaza participar en este trabajo. ¿A qué cree que puede deberse este porcentaje?
Puede ser por miedo y desconocimiento ante el virus…
…Y en los últimos días ha repuntado levemente al alza el índice de contagiosidad en las islas. Llevamos unas jornadas en las que un contagiado infecta a más de uno. ¿Es un proceso natural en la evolución de la crisis sanitaria o es producto de la desescalada y la relajación?
No sabría decirle a ciencia cierta la causa. Es muy difícil saber qué hacer. Si confinamos a cada uno en su casa, acaba la pandemia, pero ¿De qué comemos entonces? Tiene que haber una mínima actividad económica, que garantice los mínimos derechos, y en eso hay un riesgo. Es un difícil equilibrio.
Lo cierto es que en las Islas el porcentaje de personas que ha pasado el virus y ha desarrollado anticuerpos es muy bajo. Eso tiene un lado positivo y otro negativo. Le voy a preguntar por el malo: que la gente crea que hay menos riesgo y se tomen las medidas de seguridad como algo exagerado…
Así es, lo que ocurre con estos estudios es que están hechos, posiblemente, sin el tiempo y la madurez necesaria. Se seguirán haciendo más, algunos serán contradictorios y otros aparecerán como más sólidos y seguros. Hay mucho desconocimento y tenemos que darle tiempo a la Ciencia.