Las zonas donde se recomienda evitar el consumo de agua del grifo son La Gallega, Llano del Moro y El Sobradillo
La Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias ha recomendado restringir el uso del agua del grifo para beber y cocinar, especialmente en menores de ocho años, de los barrios de La Gallega, Llano del Moro y El Sobradillo de la capital tinerfeña, después de detectarse un alto contenido en flúor.
El exceso de flúor, que se sitúa actualmente entre 1,7 y 2,1 miligramos por litro, sobrepasa los niveles recomendados en 1,5 mg/l, por lo que se recomienda restringir el uso del agua del grifo para beber, cocinar temporalmente o preparar alimentos dirigidos a menores de ocho años, «sin que exista riesgo para la población adulta».
Según ha informado este jueves el Ayuntamiento de Santa Cruz en un comunicado, las analíticas realizadas por la Empresa Mixta de Aguas de Santa Cruz de Tenerife (Emmasa) han detectado estos altos niveles en el agua que llega desde el norte de la isla a través del Canal Trasvase Los Dornajos-Baldíos.
La restricción se mantendrá hasta que los análisis realizados muestren que el agua es apta para consumo
El protocolo establecido por Emmasa, en coordinación con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, contempla esta restricción de forma temporal y se mantendrá hasta que los análisis realizados en el agua que se abastece a estos barrios sea apta para el consumo en los menores de ocho años.
Mientras tanto, y hasta que se solvente la situación, se pone a disposición de la población de los barrios afectados dos puntos de distribución de agua potable para que la población afectada pueda abastecerse sin restricciones. Los puntos de distribución estarán localizados en el exterior de los depósitos de agua de La Jurada (C/ El Bicácaro) y El Sobradillo (C/ Baile del Vivo).
El nivel de flúor está relacionado con la situación de sequía que atraviesa la isla
Emmasa explica que la causa de este elevado nivel de flúor está directamente relacionada con la situación de sequía que atraviesa la isla.
En este sentido, la reducción de los caudales de aporte a través de los canales de Araya y Rio Portezuelo, y el empeoramiento de la calidad del agua suministrada por el Canal Trasvase Los Dornajos-Baldíos, por la incorporación de volúmenes de agua procedentes de la Galería de Vergara (alto nivel en flúor), hace que se haya llegado a esta situación.