El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, aplaudió la decisión de los aspirantes a los ayuntamientos después de que Covite denunciara la inclusión de estos en varias candidaturas
Los siete condenados por asesinatos de ETA que iban en las listas de EH Bildu han renunciado este martes a ser concejales si resultaran elegidos, una semana después de que Covite denunciara su inclusión en varias candidaturas, lo que ha motivado las críticas de la mayor parte de partidos desde el inicio de la campaña electoral.
Estos siete exmiembros de ETA han remitido un texto conjunto al portal Naiz en el que explican que «retiran así sus candidaturas, en lo medida de lo posible», ya que estas se encuentran «totalmente oficializadas», y que no tomarán posesión si se diera el caso «para contribuir a la convivencia y la paz».
Se trata de aspirantes que figuran en las candidaturas a las elecciones municipales de Legutiano (Álava), Errezil e Irun (Gipuzkoa), Maruri-Jatabe, Mungia y Zierbena (Bizkaia), y Berrioplano (Navarra).
Su decisión ha sido «aplaudida» por el coordinador general de la coalición abertzale, Arnaldo Otegi, quien ha admitido que su formación debió «haber hecho todo lo posible» para evitar que la «derecha» pudiera hacer una «nueva inaceptable campaña» en su contra.
El Covite subraya que se mueve «en el plano de la ética
Otegi ha dicho que la obligación de EH Bildu es «hacer todo lo posible para evitar o mitigar los efectos» de «este tipo de operaciones» con el fin de «reafirmar» su voluntad de «avanzar hacia el futuro y no generar zozobra en otros sectores que están dispuestos a recorrer el camino para la construcción de la convivencia democrática mediante el ejercicio de todos los derechos para todas las personas».
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha asegurado que esta es «una victoria» suya, aunque ha «censurado» que, pese a la «buena noticia», EH Bildu no vaya a hacer lo mismo con los otros 37 condenados por su relación con ETA que figuran en sus listas y cuya inclusión también denunció.
Covite ha negado que tenga «agenda política», ha recalcado que se mueve «en el plano de la ética» y ha criticado que «todos los miembros del Gobierno hayan tardado días en denunciar la ignominia de las listas electorales de EH Bildu» y que, «cuando lo han hecho, hayan aprovechado para atacar a los partidos de la derecha por ‘traer’ a ETA a la campaña electoral».