Sánchez y Aragonés hablaron durante dos minutos y medio al coincidir en la clausura de las jornadas anuales del Cercle d’Economía
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, han acordado este viernes mantener próximamente una reunión para abordar la polémica provocada por el espionaje a dirigentes independentistas y, entre ellos, el máximo responsable del Govern.
Sánchez y Aragonès han coincidido en Barcelona en la clausura de las jornadas anuales del Cercle d’Economía y han mantenido una conversación en la que el president le ha urgido a un cara a cara ante una situación que, según fuentes de la Generalitat, le ha trasladado que es «muy grave».
El jefe del Ejecutivo ha aceptado ese encuentro, según ha informado Moncloa, porque considera que hay que resolver la situación y hay que pensar en los ciudadanos catalanes.
La charla entre ambos, de dos minutos y medio y de pie, ha sido a a la llegada de Sánchez a la entrada del hotel en el que se han celebrado las jornadas del Cercle.
Aragonès esperaba junto a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez; el titular de Cultura y Deporte, Miquel Iceta; la delegada del Gobierno en Cataluña, Maria Eugènia Gay; el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona Albert Batlle; y el presidente del Cercle d’Economia, Javier Faus.
Malestar en el Govern
El presidente del Gobierno ha saludado primero al jefe del Govern y después al resto, y al concluir los saludos se ha dirigido de nuevo al lugar en el que se encontraba Aragonès y ha conversado con él mientras esperaban la llegada a ese punto de Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
El Cercle le había otorgado el premio a la Construcción Europea, que se ha entregado inmediatamente antes de que Sánchez clausurara las jornadas.
Aragonès ha acudido por la presencia de la presidenta de la Comisión y se ha quedado junto a ella a escuchar el discurso del presidente del Gobierno aunque no lo ha aplaudido al finalizar como sí ha hecho el resto de asistentes.
Ha sido mientras esperaban a Von der Leyen cuando Aragonés ha expuesto a Sánchez que la situación provocada por el espionaje es muy grave y que es necesario que se vean de forma «urgente» para tratar este asunto.
El presidente del Gobierno ha respondido afirmativamente a esa petición en consonancia, según las fuentes del Gobierno, con su apuesta por el diálogo a la que se ha referido en su intervención en la clausura del Cercle.
Discurso de Sánchez
En ese discurso no ha hablado explícitamente de la polémica por el espionaje, pero ha comenzado expresando su «profundo respeto» por Cataluña, su sociedad y sus instituciones y garantizando su «firme voluntad de continuar avanzando en el diálogo, la negociación y el acuerdo«.
«No hay propósito más noble ni meta que merezca más la pena para cualquier responsable político, crea en lo que crea y represente la ideología que represente, que construir convivencia para nuestros ciudadanos», ha añadido.
Sánchez ha recalcado que esa es su convicción y por ella va a seguir trabajando mientras sea presidente del Gobierno.
Su intención, según ha asegurado, es mantener la hoja de ruta prevista hasta agotar la legislatura. A pesar de «turbulencias», Sánchez se ha mostrado convencido de que pasarán y ha dicho que el Gobierno no está dispuesto a alimentarlas.
No ha habido preguntas a Sánchez por el caso del espionaje ya que, a diferencia de lo que es habitual, sólo ha pronunciado su discurso.
En Catalunya Radio, antes de su encuentro con Sánchez, Aragonès había afirmado que la confianza con el Gobierno «está rota, está a cero». Admitía que si el presidente quiere reconstruirla «es imprescindible actuar con transparencia y asumir responsabilidades».