Las medidas de actuación ante casos positivos o contactos estrechos dependerán del momento del contacto y de los síntomas. El Ministerio de Sanidad ha pedido estudiar los casos «evitando la estigmatización del colectivo LGTBIQ+»
Las personas contagiadas con el virus de la viruela del mono (MPXV) o que estén en investigación tendrán que aislarse en casa y solo podrán salir para ir al médico. Sus contactos no deberán hacer cuarentena pero sí reducir al máximo las interacciones y usar de manera constante la mascarilla.
Así consta en el «Protocolo para la detección precoz y manejo de casos ante la alerta de viruela de los monos (Monkeypox) en España». Un protocolo elaborado por los técnicos de la ponencia de alertas del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que establece una serie de medidas de control.
El documento recuerda que es la primera vez que se notifican cadenas de transmisión en Europa sin vínculos epidemiológicos conocidos con África occidental o central. La mayoría de casos que han ido detectándose estos días en España y otros países se ha dado en hombres que han mantenido relaciones de riesgo con otros hombres.
Sin embargo, y «a tenor de la información disponible en estos momentos, se hace patente la importancia de prestar una especial atención a la población afectada sin descartar la posibilidad de aparición de nuevos casos en otros grupos de población», asume el órgano técnico del Ministerio de Sanidad y las comunidades. Además, apela a «abordar el estudio de estos casos evitando cualquier estigmatización del colectivo LGTBI+».
Casos sospechosos, probables y confirmados
Serán sospechosos los que presenten un exantema vesicular más uno de los síntomas clásicos de la MPX. Entre ellos se encuentran la fiebre, el dolor de cabeza, muscular, ganglios inflamados o cansancio.
Los probables serán los que, además de cumplir este criterio, en los 21 días antes de iniciar síntomas hayan tenido un contacto estrecho con un caso confirmado o todavía en investigación. O bien hayan mantenido relaciones en contextos sexuales de riesgo, o bien tienen historia de viaje a zonas endémicas de África occidental o central.
Ninguno será caso confirmado hasta que lo determine una prueba de laboratorio PCR para MPVX.
Actuación en caso de caso confirmado o convivencia con un positivo
Todos los casos confirmados o que estén en investigación «deben permanecer aislados y bajo vigilancia». Aquellos no hospitalizados deberán permanecer «en una habitación o área separada de otros convivientes» hasta que desaparezcan las lesiones. Se aconseja que lleven mascarilla quirúrgica, especialmente aquellos con síntomas respiratorios; si no fuera factible, por ejemplo, niños, se recomienda que se la pongan el resto de convivientes.
Es recomendable que eviten el contacto con animales silvestres o domésticos, «por lo cual, las mascotas deben ser excluidas del entorno del/la paciente». Tampoco «debe abandonar el domicilio, excepto cuando necesite atención médica de seguimiento», momento en el que deberá ponerse mascarilla y no utilizar el transporte público. Los convivientes, por su parte, evitarán en la medida de lo posible el contacto con los casos y las visitas.
Los contactos estrechos
«Ante cualquier caso sospechoso se iniciará la búsqueda e identificación de posibles contactos estrechos tanto entre el personal sanitario como entre convivientes, laborales o sociales, especialmente los contactos sexuales. No se iniciará el seguimiento hasta la confirmación del caso», indica la guía.
Los contactos estrechos no harán cuarentena pero sí tienen que «extremar las precauciones y reducir todo lo posible las interacciones sociales utilizando de forma constante la mascarilla», lo cual «incluye la indicación de abstención de mantener contactos sexuales durante el periodo de seguimiento». Se les indica el autocontrol de la temperatura una vez al día durante 21 días tras la exposición.
Tendrán que estar localizables a lo largo del periodo de seguimiento y, de presentar fiebre o cualquier otro síntoma compatible, «deberán hacer autoaislamiento domiciliario inmediato y contactar de forma urgente con el responsable del seguimiento».
Medidas de control: limpieza de ropa y utensilios
La ropa deberá lavarse a más de 60 grados en una lavadora estándar con detergente. «Se puede usar lejía, pero no es necesaria», y hay que evitar sacudir o manipular ropa sucia que dé lugar a la dispersión de partículas infecciosas ni debe lavarse mezclada con el resto de la ropa de casa.
Platos, cubiertos y otros utensilios para comer no deben compartirse y se lavarán en lavavajillas o a mano con agua caliente y jabón.
Los objetos y superficies contaminados deben limpiarse y desinfectarse con un desinfectante de uso hospitalario o con una dilución de 1:100 de lejía de uso doméstico.
Vías de transmisión y síntomas
Antes de esta alerta, el principal mecanismo de transmisión era el contacto directo o indirecto con mamíferos vivos o muertos. Se presentaba sobre todo en roedores o primates de zonas endémicas.
Mientras que de persona a persona se da por gotas respiratorias grandes durante el contacto cara a cara directo y prolongado. También por contacto directo con fluidos corporales de una persona infectada o con objetos contaminados e incluso de madre a hijo.
La enfermedad suele ser autolimitada y la mayoría de las personas se recuperan en varias semanas. No obstante, en algunos casos de viruela del mono puede cursar grave, algo que ocurre con mayor frecuencia entre niños, adultos jóvenes y personas inmunocomprometidas.
El período de incubación es de 6 a 16 días, pero puede llegar a 21; hasta este brote, el cuadro clínico inicial de la viruela del mono suele incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, inflamación de ganglios y cansancio. Entre 1 y 5 días después de la fiebre, se desarrolla una erupción, que evoluciona secuencialmente de máculas a pápulas, vesículas, pústulas y costras que se secan y se caen.
Opciones terapéuticas
«Históricamente se ha demostrado que la vacunación contra la viruela protege contra MPX», sostiene la guía. En 2019, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó una vacuna de tercera generación contra la viruela y en 2022 ha autorizado un tratamiento antiviral específico que no está comercializado en España. La disponibilidad de ambos es muy limitada.