Los supuestos ataques por parte de Rusia no han permitido la llegada de un equipo de expertos para valorar la situación de la planta nuclear de Zaporiyia
Ucrania ha acusado a las fuerzas rusas de lanzar ataques aéreos sobre la ruta establecida por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para llegar a la central nuclear de Zaporiyia. Hasta allí, está previsto que este jueves se traslade un equipo de expertos para valorar la situación en la que se encuentra la planta.
El jefe de la Administración Militar Regional de Zaporiyia, Oleksandr Starukh, ha denunciado que estos supuestos ataques no han permitido a un equipo de Naciones Unidas continuar «por razones de seguridad», ha contado en su canal de Telegram.
Rusia dice estar haciendo todo lo posible para que la misión tenga éxito
Asimismo, Starukh ha asegurado que Ucrania está haciendo todo lo posible para garantizar el acceso de la misión del OIEA a la planta nuclear. Una planta desde el 4 de marzo bajo control ruso y escenario, en los últimos meses, de ataques que uno y otro bando se reprochan.
«Exigimos que Rusia pare las provocaciones y conceda al OIEA acceso sin trabas a las instalaciones nucleares de Ucrania», ha reclamado Starukh. Si bien desde Moscú, la portavoz de Asuntos Exteriores, Maria Zajarova, ha defendido que están haciendo todo lo necesario para que la misión del organismo nuclear tenga éxito.
Por otra parte, Dimitro Orlov, el alcalde de Energodar, lugar en el que se encuentra la central de Zaporiyia, ha denunciado este jueves que la ciudad está siendo objetivo de «constantes bombardeos» desde primera hora de la mañana.
«Desde las cinco de la mañana, los constantes bombardeos de morteros sobre la ciudad no han cesado (…). Se sabe que varios objetivos civiles han sido alcanzados. ¡Hay víctimas! Estamos averiguando exactamente cuántas», ha escrito en su canal de Telegram.
Este miércoles, la misión del OIEA, formada por catorce expertos liderados por su director, Rafael Grossi, llegó a la región de Zaporiyia en un convoy de veinte vehículos. Tras nueve horas de viaje, su objetivo es monitorizar la planta nuclear, la más grande de Europa.