Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y del CSIC analizaron un total de 263 muestras de plumas y heces de la hubara canaria
Un nuevo estudio sobre la hubara canaria revela dos unidades genéticas: una en Lanzarote y otra en La Graciosa y Fuerteventura. Según los investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y del CSIC, esto se debe a que, en Lanzarote, esta especie estuvo al borde de la extinción.
Es por ello que la mayor ave endémica de Canarias se sigue estudiando para salvaguardarla de su condición. «Se han analizado un total de 263 muestras de plumas y heces», afirma el investigador del CSIC, Alberto Ucero.
Solo se encuentran en Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa, pero este estudio ha revelado dos unidades genéticas que diferencia a las ubicadas en la isla conejera. «En los años 70, la población estuvo al borde la extinción a causa de la caza y la recolección de huevos de los nidos», apunta Ucero.
Y aunque la población se ha recuperado en esta isla, ha disminuido significativamente en Fuerteventura. Los expertos afirman que los cultivos de diferentes variedades de legumbres y alfalfa en verano pueden ser una buena medida.
Para la conservación, es importante que la estructura genética de las tres islas sea homogénea, como mejorar la movilidad de las zonas que las hubaras usan para emigrar entre islas, o disminuir las causas de mortalidad a través de tendidos eléctricos.
Así quedan descritas por primera vez las características, estructura y dinámica genética de esta subespecie insular.