El objetivo era apresar a un fugitivo holandés, pero se descubrió el alijo y se detuvo a un miembro de ‘Lobos grises’, organización que quiso matar a Juan Pablo II
La Guardia Civil junto a la policía holandesa ha procedido a la detención del ciudadano holandés E.G.L, de 21 años, reclamado por las autoridades de su país desde 2019.
Sin embargo, la operación supuso un «tres por uno»: en el piso donde se produjo la detención se localizó el mayor alijo de cocaína rosa de España y se apresó a otra persona, relacionada con ‘Lobos Grises’, la organización turca que intentó matar a Juan Pablo II en 1981.
ÓRDEN INTERNACIONAL DE BÚSQUEDA
Todo empezó en Ámsterdam en 2019 en un párking a altas horas de la madrugada. Una fuerte discusión entre Erxinio G.L., de 21 años, y un joven de 26 acabó en una pelea que causó la muerte de este y la huida del primero.
Esto produjo una gran alarma social por las duras imágenes que captaron las cámaras del aparcamiento.
Las autoridades holandesas iniciaron una búsqueda sin éxito, hasta que poco después la imagen del presunto autor apareció en un vídeo de un rapero holandés.
En un fotograma del videoclip, se le veía bajando las escaleras y hablando con un teléfono móvil.
Inmediatamente, las autoridades holandesas emitieron una orden internacional de busca y captura, con indicios de que el sospechoso podría encontrarse en España.
LA UCO ENTRA EN ACCIÓN
El Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se hizo cargo de las pesquisas en España y, en un principio, centran su investigación en Barcelona.
Pronto lo descartaron.
Pero la Policía holandesa ofreció nuevas pistas y la UCO siguió los movimientos de una amiga del fugitivo desde Portugal a Marbella (Málaga).
Tampoco consiguieron localizar al huido.
Otros indicios no descartaban que Erxinio G.L. se ocultara en la provincia de Valencia y, en concreto, en su capital.
Los agentes de la UCO «peinaron» diversos barrios y pusieron el foco en los posibles contactos que el sospechoso pudiera tener en Valencia, teniendo en cuenta la vida que hacía en Holanda.
Pero tampoco se logró nada, tal y como relatan a Efe fuentes de la investigación.
La Comunidad Valenciana sufre, como el resto del país, la crisis sanitaria de la Covid-19 y, como otras autonomías, ha impuesto medidas restrictivas para controlar el virus.
No se podían hacer muchas cosas en la ciudad, casi confinada y con prácticamente todo cerrado. Pero sí la compra, por lo que la vigilancia se centró en los supermercados. Y hubo suerte, porque las cámaras de uno de ellos grabaron la entrada del holandés en compañía de otro hombre.
No se volvió a ver a Erxinio G.L. haciendo la compra, pero sí al hombre que le acompañó en la ocasión que captaron las cámaras.
Los agentes centraron la vigilancia en este individuo, cuyos pasos llevaron a los investigadores hasta un piso turístico del centro de Valencia.
LA DETENCIÓN Y ALGO MÁS
No salía mucho Erxinio a la calle, oculto en el piso turístico en el que M.A., otro holandés de origen turco, le protegía y hacía de «chico de los recados».
Los agentes del Equipo de Huidos de la Justicia contaron con el apoyo del Grupo de Antidrogas de la UCO ante las sospechas de que los dos hombres pudieran estar relacionados con organizaciones de narcotraficantes.
Mientras, descubrieron que «el chico de los recados», M.A., estaba vinculado con la organización turca de extrema derecha «Grey Wolves», los Lobos grises, de la que formó parte Mehmet Ali Agca, autor del atentado contra el papa Juan Pablo II en 1981.
Y no solo eso. Los investigadores no tardaron en vincular a M.A. con la introducción en España de drogas sintéticas y no descartaron que el piso turístico sirviera para ocultar esas sustancias.
Con la asistencia de la Policía holandesa, la Guardia Civil entró en el apartamento, detuvo a los dos hombres y descubrió que, efectivamente, había droga en la vivienda.
De hecho, se incautaron 300 kilogramos de MDMA, 3 de heroína y 11 de la conocida como «cocaína rosa», además de 350.000 euros en efectivo, dos máquinas para el conteo de billetes y varios teléfonos móviles.
Según apuntan diversos estudios, el 2CB -la «cocaína rosa»- es hoy en día una de las nuevas sustancias psicoactivas más extendidas en Europa y Australia, recuerda la Guardia Civil.
A nivel internacional, es comúnmente empleada en combinación con otras drogas ilegales y es considerada por algunos expertos como «favorita» en el mercado mundial de las drogas.
Todo ello ha llevado a que en algunos ámbitos se la catalogara como «la droga de la alta sociedad» por su exclusividad, dada su escasa disponibilidad y su elevado precio. En el mercado, puede alcanzar más de 100 euros el gramo.
Nunca antes se había intervenido en España cantidad alguna de esta droga que superara los 2 kilogramos hasta el golpe de la UCO en Valencia.