Un día después de quedar en libertad, el excomisario José Villarejo ha declarado este jueves ante el juez que le investiga, a quien le ha ofrecido «hablar absolutamente de todo» y, aunque no ha querido desvelar a los medios nada relacionado con la causa, ha asegurado que va a «desenmascarar a todos».
«No voy a ir contra nadie, nada más que a defenderme, y por supuesto voy a desenmascarar a todos», ha indicado ante los periodistas a las puertas de la Audiencia Nacional, donde ha declarado sobre dos piezas del caso Tándem.
Con boina negra, parche en un ojo y mascarilla con la bandera de España estampada, Villarejo ha llegado poco antes de las 10 horas al tribunal, después de que ayer el juez, a petición de la Fiscalía, le dejase en libertad tras casi tres años y medio en la cárcel, ante la imposibilidad de poder juzgarle antes de noviembre, cuando vence el límite máximo de 4 años desde que se decretó su prisión preventiva.
«Voy a declarar de todo», ha reiterado a la salida de su declaración Villarejo, sobre el que pesan medidas cautelares, como la retirada del pasaporte o la prohibición de salir del país, entre otras, aunque de momento no ha ofrecido detalles sobre la investigación o sobre sus intenciones.
«Vamos a hablar de filosofía de vida, de lo que quiero hacer, cómo voy a recuperar a mi hija que la deje con 9 años y ahora tiene 13, y a mis hijos y a mi mujer, con ese quebranto, que nos han saqueado todo, como a Roma. Han destruido, han robado, han aniquilado», se ha lamentado.
Como ejemplo ha señalado que los relojes que le fueron intervenidos en su detención «los tienen gente de Asuntos Internos y además alardean: ‘Mira, un peluco de Villarejo’. Eso no es serio, parece que estamos en Roma en el saqueo».
Ha reiterado que nunca fue «un policía normal» y que «casi todos» sus «trabajos privados eran condicionados por el interés público», si bien, «como no había fondos reservados», se cobraba «a la empresa a la que se ayuda, que muchas veces era de interés estratégico para España».
Tras pedir que alguien investigue «todas las filtraciones», Villarejo se ha mostrado convencido de que «toda esta patraña al final verá la luz», y ha recordado que ya se negó a huir del país en 2016, cuando alguien que no ha especificado se lo recomendó: «Eso es lo que quisieran. Amigo mío, no».
El comisario, que ha denunciado el trato recibido en prisión, ha vuelto a culpar al exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Sanz Roldán de su situación, de quien ha dicho que tuvo la «idea genial» de preparar con sus «amigos de la Fiscalía» y «los de Podemos» esta operación para «encapsular a Villarejo, que me está tocando las narices».
A él se ha referido como el «gran ‘lord’ protector de la Corona», que «no ha sido muy habilidoso a la hora de proteger a su señor»; ha lamentado que siga «mandando» en el CNI y ha opinado que todo esto ha surgido por haber denunciado que el dinero que estaba pagando el CNI por los secuestros se perdía «por el camino».
Ha afirmado que «el 90 % de las grabaciones» se las hizo el CNI, «muchísimas veces consintiendo», pero ha añadido: «Lo que no pensé es que estaban tan zumbados como para montar este show».
Al ser preguntado por qué no ayuda entonces a desencriptar los archivos que no se han podido revisar, ha respondido que, tratándose del mismo programa para grabar que le «organizan» los del CNI, no se entiende que se puedan desencriptar «la mitad sí y la mitad no»: «¿Usted se lo cree? ¿De verdad se lo cree?», ha preguntado de forma retórica.
«Yo soy más listo que la NSA y que la CIA, que todos los servicios secretos con los que se trabaja habitualmente: debo ser la virgen del pincho», ha ironizado.