0-2. El ecuatoriano Valencia imparte una lección de fútbol a Catar

Enner Valencia, capitán de Ecuador, da una lección de fútbol a la anfitriona y zanja el partido inaugural con un 0-2 para los amarillos

0-2. El ecuatoriano Valencia imparte una lección de fútbol a Catar
0-2. El ecuatoriano Valencia imparte una lección de fútbol a Catar

El pistoletazo de salida del Mundial de Qatar se saldó con una lección de fútbol dictada por Enner Valencia, el capitán de Ecuador, que asestó dos zarpazos a la anfitriona, atenazada por los nervios del evento que tanto tiempo llevaba esperando.

Catar, la única debutante en el Mundial que se celebra en su arena, fue muy inferior a Ecuador y su afición no supo aguantar hasta el final el dominio de la Tri, por lo que fue abandonando las gradas ya desde el descanso.

Ecuador, a la que se reprocha falta de puntería anotadora, se marchó con un resultado digno, aunque tendrá que seguir trabajando el acierto de cara a la portería.

La defensa apenas dejó resquicios a la campeona de Asia y en el centro del campo Caicedo y Méndez mandaron con autoridad para que el grueso del duelo se disputara en suelo del anfitrión.

Catar era un amasijo de nervios, quizá atenazada por la expectativa que ha generado el bloque conformado por el español Félix Sánchez, que en la víspera del duelo advertía de que había que ser realistas con sus chicos y que se llevó toda una lección de realidad.

Valencia le dio la victoria a su Selección

El jugador del Fenerbache pudo incluso irse con más recompensa si un milimetrado fuera de juego, que tuvo que ser detectado con la lupa del VAR, no le hubiera anulado un gol anotado a los 3 minutos.

No perdió el apetito el capitán de la Tri, que al cuarto de hora ganó la espalda de la avanzada defensa catarí y fue derribado por el portero local Al Sheeb. El delantero se había empeñado en que el primer gol del Mundial fuera suyo.

El tanto era una evidencia y el partido ya no parecía tener vuelta atrás. Catar seguía impotente y Ecuador asomaba al área rival con más o menos peligro, con las internadas de Caicedo o, incluso de Preciado, de cuyas botas salió en el minuto 31 un centro medido al área chica que Valencia rescató de cabeza casi a ras de césped para conseguir el segundo.

La grada, poblada de túnicas blancas, con algún asiento vacío, salvo en la zona amarilla, donde 5.000 ecuatorianos ponían color, se apagó. Incluso los asientos vacíos comenzaron a aflorar, signo de que la afición local había perdido las ganas de animar a su equipo, que tuvo que conformarse con los incondicionales que, desde uno de los fondos y casi como si se tratara de un orquestado concierto, cantaron a ritmo de la batuta de un director.

Ecuador se mantuvo pendiente de Valencia, víctima de una dura entrada que pudo dejarle fuera de juego, aunque el jugador se aferró a su histórico partido. Hasta que ya no pudo más y en el minuto 75, de nuevo renqueante por una dura entrada, dejó su puesto a Cifuentes.

Catar asomó en un par de internadas en las que Al Haydos mostró dotes de pasador, pero sus compañeros no supieron rematar a puerta. Galíndez no tuvo que intervenir.

Todo lo contrario que Al Sheeb, que evitó que la lección fuera más dura para la anfitriona con un par de paradas, una meritoria a disparo de Ibarra en el minuto 55.

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