El acusado de asesinato en Tenerife refleja características de paranoia

Los peritos informaron en la sesión de este miércoles que la paranoia no impide discernir al acusado entre lo que está bien y está mal

RTVC

Los informes psicológico y psiquiátrico elaborados al hombre acusado de matar a su mujer en mayo de 2022 en Los Cristianos (Tenerife) reflejan que tiene todas las características de sufrir paranoia como son la desconfianza, inseguridad, suspicacia, conducta narcisista y actuar de forma impulsiva y explosiva pero también que tiene capacidad de control.

En una nueva sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, la Fiscalía pide para este hombre 22 años de cárcel, 10 de libertad vigilada y el pago de 100.000 euros a cada una de las hijas.

Las acusaciones coinciden en que actuó a traición, que se trata de un episodio de violencia de género y con el agravante de parentesco.

En la sesión de este miércoles, los peritos han coincidido en que la paranoia no le impide discernir entre lo que está bien y lo que está mal y tiene la capacidad de controlarse si así lo quisiera.

El acusado, según los expertos, tiende a culpar a los demás, en este caso a la víctima, ambos naturales de Vigo, con la que llevaba casado casi 60 años y este trastorno delirante podría dar lugar a una acción compulsiva pero no llega al punto de ser un psicópata.

Se contabilizan siete puñaladas, tres en la caja torácica y el resto en el pulmón izquierdo

Los peritos no detectaron ningún tipo de delirio, de deterioro mental pero sí una depresión que no consideran crónica sino fruto de la situación que vivió y de permanecer en la cárcel.

Igualmente, tiende a mentirse a si mismo para justificar sus acciones y tiene rasgos machistas de manera que, bajo su punto de vista, la mujer debe reunir todos los requisitos para hacer siempre lo que él diga.

Incluso los numerosos episodios de violencia hacia la esposa e hijas serían culpa de ellas. “Evidentemente sabía lo que hacía y se podía controlar”, concluyen los informes.

El perito toxicológico encontró en la sangre del procesado un máximo de 0,4 miligramos de alcohol que equivale a beber dos copas de vino, con lo cual no afectó a su conducta y las muestras de ADN hallaron restos de ambos en las tijeras y en el mango del cuchillo, seguramente por los intentos de la mujer de defenderse. En la hoja de esta última arma sólo se encontraron restos de la víctima.

Los principales órganos dañados fueron el corazón y el pulmón izquierdo y en total se contabilizan siete puñaladas, tres en la caja torácica y el resto en el pulmón izquierdo aunque también aparecen otras nueve en el cuello que son superficiales y se corresponderían con el primer ataque usando las tijeras y en el brazo izquierdo otras dos que se atribuyen a un intento de evitar el ataque.

El hombre habría actuado a traición

La perito no pudo confirmar el tiempo que la víctima tardó en morir pero la agonía pudo extenderse durante varios minutos y la sangre encontrada en la almohada vendría a demostrar que estaba recostada con lo cual se reforzaría el agravante de que el hombre habría actuado a traición.

En sus conclusiones finales la abogada de la defensa pide que se tenga en cuenta que no es un asesinato, sino un homicidio, que ha depositado 83.000 euros para hacer frente a las responsabilidades civiles de sus hijas y que actuó bajo los efectos de una anomalía o alteración psíquica.

Por ello se muestra proclive a que se le imponga una pena de diez años y el pago de 31.800 euros a cada una de sus descendientes. La Fiscalía, sin embargo, matizó que el depósito del dinero no fue voluntario, sino a petición del Juzgado.

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