El sin rastro de calima en Canarias permite observar las islas desde distintos puntos del Archipiélago bajo el asombro de los residentes y visitantes
La ausencia de calima y la pureza del aire en Canarias consiguen una proximidad casi mítica estos días entre las islas. El suave sonido de un grillo en Valverde al amanecer y la mirada en un horizonte donde El Teide se deja ver justo detrás de La Gomera constituye una de las postales más icónicas de Canarias.
Mucho residentes, cautivados por los intensos colores que tiñen el cielo al atardecer, comparten imágenes del Archipiélago a través de sus redes sociales. Gracias a la física de la atmósfera, El Hierro se deja ver desde Gran Canaria.
La jefa de Meteorología de RTVC, Vicky Palma, apunta que «las borrascas se han llevado el aire habitual que tenemos en las islas y nos ha dejado un aire muchísimo más limpio, sin cargas de partículas atmosféricas y de una visibilidad excepcional».
Para aquellos que vienen de visita, las vistas constituyen toda una experiencia para los ojos y el recuerdo.
Desde Fuerteventura al Hierro, mirando al otro lado de estos pequeños mares, a veces aislados, salvo en días en que el cielo nos deja sentir lo unidos que estamos.