El Lenovo Tenerife dominó al Real Madrid en los primeros treinta minutos, pero los vigentes campeones de la Supercopa se hicieron con el partido en el último cuarto
El Lenovo Tenerife no pudo con el vigente campeón de la Supercopa Endesa, que le dio la vuelta al partido en el último cuarto y firmó su pase a la final contra el Barça el domingo a las 17:30. A los de Txus Vidorreta se les escapó un Real Madrid que estuvo poco certero desde la línea de tres.
De hecho, el primer triple de los madrileños no iba a llegar hasta el ecuador del tercer cuarto de la mano de Hanga, acumulando hasta entonces la friolera de 17 canastas falladas desde los tres metros.
Los de Txus Vidorreta supieron llevar el tempo casi todo el partido. Inauguraron el marcador y desde el tercer minuto cogieron la delantera gracias a la muñeca de Giorgi Shermadini, quien fuera máximo anotador de la temporada 2020-2021.
Un tímido empate a 12 de Yabusele para el Real Madrid, seguido de dos tiros libres en el minuto 8 para dejar el marcador 12 a 14, fue lo más cerca que los madrileños estuvieron de la remontada en los primeros tres cuartos.
Fran Guerra se encargó de volver a adelantar al Lenovo Tenerife con 4 puntos seguidos en una perfecta conexión del pivot con Fitipaldo. Los tinerfeños lograron ponerse hasta 10 por encima en el segundo cuarto, siendo eficientes en la pintura a pesar del intimidante Walter Tavares.
Txus Vidorreta: «Tenemos opciones de mantener la ventaja»
Txus Vidorreta advirtió en el descanso (37-31) que los números del Real Madrid en los triples no estaban siendo normales. «Tenemos opciones de mantener la ventaja«, decía, mientras que Pablo Laso se lamentaba de la falta de acierto.
Marcelinho Huertas se deshacía en filigranas. Un pase filtrado sobre la pintura para un Shermadini solo bajo el cristal iba a poner el 49 a 42 en el electrónico. Mal fario para los madridistas, que seguían estrellando sus triples en el hierro y perdieron por lesión a Rudy Fernández.
El mallorquín se dobló la rodilla izquierda dejando caras largas en el vestuario que auguraban mal futuro para su recuperación. Mientras, el Lenovo volvía a poner distancia de seguridad con diez puntos por encima (52 a 42).
Los merengues Tavares y Poirier llegaron a las cuatro faltas antes de acabar el tercer cuarto. Todo parecía estar en contra de un Real Madrid que inició el último periodo con un 53 a 48 en contra.
William Goss le dio la vuelta al partido para el Real Madrid
Pero la fortuna le guiñó un ojo a William Goss. El guardia madridista llevaba diez puntos en diez minutos y anotó el segundo triple del partido para el Real Madrid, colocando a los visitantes uno por arriba (53-54). Y que fuese precisamente un triple el que iniciase la remontada hizo saltar al banquillo de Pablo Laso.
El cohete madridista despegó rumbo a la final. Txus Vidorreta negaba con la cabeza en su área técnica mientras se cubría la cara con la mano, porque ya se sabía la historia. El Real Madrid es el rival eterno del Lenovo.
Pero el partido pedía abrocharse los cinturones, porque Poirier y seguidamente Tavares hicieron sus quintas personales, quedando eliminados y obligando a Laso a jugar con un small ball tras perder a sus gigantes.
El partido estaba a tres puntos para el Lenovo Tenerife a un minuto para el final, pero sendas personales que no perdonaron Causeur y Yabusele desde la línea de tiros libres le dieron a los visitantes la ventaja definitiva con apenas segundos por delante (67-72).
Un tiro de tres de Sasu Salin sobre la bocina maquilló un marcador irreversible ya para el Lenovo Tenerife, que se despide de la Supercopa Endesa por la mínima.
